El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta dijo hoy que la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que unirá la región de Vaca Muerta, en Neuquén, con la provincia de Buenos Aires, «permitirá exportar más» y afirmó que «cada día que se demore es un día perdido».
Tras recorrer la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, el alcalde porteño ofreció una conferencia de prensa y, al ser consultado sobre el gasoducto, dijo que esta obra “también debiera ser una política de Estado, ya que construirlo nos permitirá exportar más, que es lo que necesitamos, generar divisas y trabajo argentino”.
“Tenemos que sacar esto de las peleas de un Gobierno”, afirmó el mandatario porteño, quien a la vez evaluó que “cada día que se demore (la construcción) es un día perdido”.
“En la Ciudad -añadió- demostramos que se pueden hacer obras de infraestructura, se puede hacer bien, con transparencia y la participación de los organismos de control”, concluyó.
Sobre el lenguaje inclusivo: «En la escuela hay que respetar el idioma español»
Rodríguez Larreta, afirmó esta mañana que, «a partir de ahora», los docentes en la ciudad de Buenos Aires «tienen que respetar las reglas del idioma español, tanto cuando están frente al aula como cuando se dirigen a sus familiares», al ratificar la decisión de prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas de nivel inicial, primaria y secundaria del distrito.
«En la escuela hay que respetar el idioma español porque los índices muestran que es urgente; no podemos perder un día más», argumentó Rodríguez Larreta, al referirse a los resultados de la última evaluación sobre Lengua en estudiantes porteños dados a conocer días pasados, que muestran un retroceso durante el período de pandemia.
Así lo afirmó en una conferencia de prensa que ofreció en el marco de una recorrida que realizó en la sede de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, en la avenida Paseo Colón al 200, junto con el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, y la ministra de Educación del distrito, Soledad Acuña.
Por su parte, la ministra de Educación, Soledad Acuña, aclaró que la norma dictada para prohibir el uso de lenguaje inclusivo no apunta «a sancionar» ni constituye «una caza de brujas».
«No estamos persiguiendo ni es una caza de bruja; queremos enseñar mejor para que los chicos aprendan», sostuvo.
«No les pedimos permiso a los sindicalistas para tomar decisiones en materia educativa, tomamos decisiones sobre evidencias y consultando a especialistas», justificó la ministra durante la conferencia de prensa tras una visita a la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires