Activistas de Last Generation, grupo que protesta ante el avance del cambio climático en el planeta, vandalizaron la obra de arte Meules de Claude Monet ubicada en el Museo Barberini, Alemania. El cuadro fue pintado en 1890 y forma parte de la serie Almiares, una serie de dibujos impresionistas de paja de trigo.

“Hacemos de este #Monet el escenario y del público la audiencia”, publicó la organización a través de su cuenta oficial en Twitter. La publicación está acompañada de un pedido de acompañamiento en la vía pública, con el objetivo de sumar más adeptos contra el cambio climático.

«¿Por qué muchos tienen más miedo de que una de estas imágenes se dañe que de la destrucción de nuestro mundo mismo? Monet amaba la naturaleza y capturó su frágil belleza en sus obras», agregaron en el mismo tuit sobre el atentado contra la obra de arte.

El Museo Barberini se manifestó al respecto y dijo que, a pesar del ataque, la pintura estaba cubierta por un vidrio que evitó daño alguno en la histórica obra de Monet: «Dado que la imagen está vidriada, la investigación de conservación inmediata mostró que no sufrió daños de ninguna manera».

La directora del museo, Ortrud Westheider, se mostró comprensible con la causa que desató el ataque a la obra de arte, aunque no dejó de ser crítica: “Si bien entiendo la preocupación urgente de los activistas frente a la catástrofe climática, estoy conmocionada por los medios con los que intentan dar peso a sus demandas”.

El vandalismo a la obra de arte de Van Gogh

El vandalismo al dibujo de Monet tiene un antecedente previo: hace 10 días, dos manifestantes ecologistas arrojaron sopa de tomate sobre el cuadro «Los girasoles» de Vincent Van Gogh en la National Gallery de Londres , según mostraron vídeos publicados en las redes sociales.

El grupo «Just Stop Oil» afirmó en un comunicado que dos de sus activistas arrojaron dos latas de sopa de la marca Heinz sobre el lienzo, pintado en 1888 y aparentemente protegido por un cristal, a las 11.

Según informó la policía de Londres en Twitter, tras lanzar el producto sobre el cuadro los manifestantes se pegaron con cola a la pared de la pinacoteca.

La seguridad del museo llegó poco después e hizo salir a los visitantes de la sala. En tanto, Scotland Yard anunció posteriormente haber detenido a dos personas acusadas de «daños criminales».

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