Enfurecidos por el aumento del precio del combustible, miles de personas salieron a las calles de Kazajistán para protestar. Ni la renuncia del gabinete entero calmó los incidentes, algunos violentos, por lo que el Gobierno decidió imponer el estado de emergencia en la capital, Nur-Sultan -donde también rige el toque de queda-, la ciudad de Almaty y la provincia petrolera de Mangystau, donde comenzaron las protestas.
También hubo reportes de cortes de Internet a nivel nacional.
Si bien las protestas comenzaron hace cuatro días por el aumento de los precios del combustible -a pesar de que el país es un importante productor de petróleo– , rápidamente tomaron un tono más político y violento que incluyó la quema de varios edificios -entre ellos, la sede de gobierno de la ciudad de Almaty y la residencia presidencial-, saqueos de negocios y enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Se trata de uno de los movimientos de protestas más fuertes de Kazajistán en su etapa post-soviética.
El presidente Kassym-Jomart Tokayev asumió el control del Consejo de Seguridad del país, en reemplazo de Nusultan Nazarbayev -que le dio nombre a la capital del país-, quien gobernó Kazajistán durante tres décadas y que, a pesar de dejar la presidencia en 2019, siguió siendo el hombre fuerte del poder. También es un aliado clave del líder ruso, Vladimir Putin, en un momento álgido para la región con el conflicto fronterizo entre Rusia y Ucrania, y la tensión entre Bielorrusia y Europa.
Aunque la renuncia del gabinete y el desplazamiento de Nazarbayev marcan dos concesiones fundamentales hacia los manifestantes, las protestas no cesaron. Tokayev prometió actuar «tan duramente como sea posible» y dijo que los manifestantes estaban impulsados por motivos financieros. También informó que miembros de las fuerzas de seguridad habían muerto durante los incidentes.
Kazajstán es miembro de la OPEP+, y produce alrededor de 258.200 barriles de petróleo por día. Sin embargo, en 2019 el gobierno comenzó una reducción progresiva de los subsidios al combustible que terminó a comienzos de este año y provocó un salto en los precios, en el contexto de un aumento de las commodities que hace más atractiva la exportación.
Además, en noviembre la infalción se ubicó alrededor del 8,7%, lejos de la meta oficial de 6%.
Kazajistán también es uno de los principales productores de uranio -en 2021 representó el 40% de la producción mundial- , y también se encuentra entre los doce principales proveedores de zinc y cobre.