El lunes 30 de enero murió Donald Hess, el empresario suizo que había llegado a nuestra provincia en 1998 y desde entonces se convirtió en un referente del sector vitivinícola. Había fundado las bodegas Colomé y Amalaya, además del Museo James Turrell.

El diario Clarín realizó un recorrido por la vida de este empresario que se enamoró de Salta y de la gente de los valles calchaquíes. Dejó un legado de más de 280 hectáreas productivas, con plantaciones a 3 mil metros de altura y más de 180 empleados.

La nota remarca que Hess se confesaba enamorado de Salta, particularmente de Cafayate, Cachi y Colomé, «por la sencillez de su gente». Pero aclara que los comienzos no fueron fáciles. La primera finca que adquirió fue El Arenal y estaba ubicada en Payogasta, a 15 kilómetros de Cachi. «Me decían ‘el loco Hess’ porque nadie había cultivado nada en mil años ahí y todos pensaban que no había agua», solía recordar.

Compró Colomé en 2001, donde había plantaciones de uvas Malbec y Cabernet Sauvignon que databan del siglo XIX. Era la bodega más antigua del país, fundada en 1831.

Con el tiempo, sus bodegas lograron vinos de exportación y reconocimiento internacional. La bodega Colomé, además, se convirtió en una atracción turística que incluye un hotel boutique y el Museo James Turrell, que refleja otra de sus pasiones, que era el arte.

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