El director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, repudió este martes las declaraciones del diputado libertario Javier Milei, quien en otro reportaje había dicho que las universidades eran «centros de adoctrinamiento”.
«Para mí, son embates contra el valor de lo común: las escuelas públicas, las universidades, los docentes. Se dice que son vagos, no enseñan, viven de huelga o adoctrinan pero no es así. Puede haber docentes que defiendan más sus ideas, pero las 58 universidades públicas del país son instituciones democráticas», afirmó el funcionario en Radio 10.
En declaraciones al canal LN+, Milei había sostenido que en caso de llegar a la presidencia no designaría a nadie al frente del Ministerio de Educación ya que es un organismo que «no tiene escuelas” a su cargo. Precisó, además, que «le daría otro formato” a la cartera educativa, y cuando se le advirtió que bajo la órbita de Educación se encuentran las universidades, opinó que se trataba de «centros de adoctrinamiento”.
Sileoni, por el contrario, consideró que las universidades son espacios de «pluralidad de ideas«, y recordó que en las últimas elecciones estudiantiles había ganado Franja Morada, tanto en la UBA como en la UNLP, que conviven con agrupaciones de centro y de izquierda.
«Que un rector sea peronista o radical, no significa que la universidad también lo sea. Uno es dueño de sus ideas y puede ser lo que sea, pero no es que toda la institución asumirá la posición de quien la dirija. En las universidades hay centenares de docentes, que son hombres y mujeres grandes, que manejan sus cabezas y deciden qué decir», continuó.
Asimismo, señaló que «adoctrinar es sostener una sola postura y la educación no hace eso», indicó que «los docentes no quieren que los alumnos piensen como ellos sino que piensen», y remató: «les discuto a Milei y a todos aquellos que critican la universidad pública: no es cierto que sean centros de adoctrinamiento».
«No veo adoctrinamiento en la democracia. Sí lo viví en la dictadura, cuando mandaban el cuadernillo ‘Instrucciones para combatir al enemigo’, cuando murieron 600 docentes y hubo 30 mil desaparecidos», agregó el actual funcionario bonaerense.
En ese marco, analizó que «si un docente calificara bien o mal según las ideas del estudiante, no sería adoctrinamiento sino mala praxis».
Por otro lado, Sileoni reivindicó las universidades del conurbano bonaerense y subrayó que el 85 por ciento de los graduados de sus facultades son la «primera generación de universitarios de sus familias». Más adelante agregó que «eso construye una sociedad más plebeya, más horizontal, más popular, como nos gusta a muchos sectores y pone nerviosos a otros».
«La sociedad argentina tiene amplio consenso en torno a la necesidad de contar con universidades públicas», concluyó.