Schiaretti se refugió en su provincia donde tiene un transitar político cómodo, mientras Urtubey se tomó un par de años tras la frustrada experiencia de Alternativa Federal en el que coincidió por momentos junto a Sergio Massa, Miguel Pichetto y el propio Schiaretti.
“En mayo de este año la política argentina ya empezó a moverse en clave electoral y tanto Schiaretti como Urtubey están dispuestos a tejer un entramado peronista que pueda servir de sostén a un nuevo proyecto político. Quieren ser actores importantes en las próximas elecciones”, destaca Infobae que asegura que en el entorno del mandatario cordobés acallan los rumores sobre supuestos problemas de salud y recuerdan que en el 2023 Schiaretti no podrá competir por la gobernación. En su entorno señalan que el principal crédito que tiene el gobernador cordobés es la gestión, la posibilidad de mostrar una provincia ordenada y con una conducción política que nunca se metió en el barro de la grieta.
El medio citado destaca que en los pasillos palaciegos de Córdoba creen lo mismo que Urtubey: ni el Frente de Todos ni Juntos por el Cambio llegan unidos al 2023 y por ende se presentará la oportunidad de un armado político con parte de esas alianzas y algunos gobernadores que busquen una alternativa que no incluya acuerdo con Cristina Kirchner. “El peronismo tiene vida después del kirchnerismo”, dice Infobae que repite Urtubey a los interlocutores que frecuenta en sus viajes a Buenos Aires.
“El salteño cree que el año que viene habrá un escenario electoral dividido en cuatro cuartos. Lo que quede en pie de Juntos por el Cambio, el kirchnerismo, los libertarios y una opción peronista, de la que tanto él como Schiaretti formarían parte. Urtubey no tiene claro si el histórico mandatario cordobés encabezará ese proceso político, pero está seguro de que aportará para su construcción” destaca el medio citado.
“Urturbey está convencido que el kirchnerismo terminará concentrado en la provincia de Buenos Aires y que Alberto Fernández no tiene posibilidades de ser reelecto. Esa hipótesis lo lleva a pensar que la coalición se desmembrará y habrá espacio para reeditar la alianza peronista pero sin el ala K presente”, finaliza el artículo rubricado por el periodista Joaquín Mugica Díaz.