Con energías renovadas luego del discurso que dio en la Cumbre de las Américas –por el cual recibió mensajes de apoyo de distintos referentes de la política local e internacional– y con la esperanza de una tregua de la interna oficialista a la vista, Alberto Fernández comenzará una semana importante para el Gobierno. El martes el INDEC dará a conocer el número de inflación de mayo, que desde Balcarce 50 estiman que será a la baja, y en las próximas horas el Presidente le tomará juramento al exembajador en Brasil Daniel Scioli, que asumirá como nuevo ministro de Desarrollo Productivo tras la eyección de Matías Kulfas del gabinete por sus acusaciones a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Luego de su viaje a Los Ángeles, esta semana el Presidente volverá a centrarse en la agenda local con la inminente llegada al gobierno de Scioli y con el ingreso ya concretado de Agustín Rossi en la AFI, dos figuras con las que buscan darle mayor volumen político al gabinete y estabilidad al Frente de Todos. Se trata de dos dirigentes que son conocidos por tender puentes entre los distintos sectores del frente y que desde las diferentes tribus consideran que pueden ayudar a fortalecer la unidad.
Scioli, según comentaron a este diario fuentes de su entorno, arribó a Buenos Aires el domingo por la noche y espera el lunes poder reunirse con el Presidente para fijar el día de su asunción –que estiman será el martes o miércoles– y conversar sobre cuestiones organizativas de la cartera. En principio, explican que durante toda la última semana el exembajador estuvo cerrando cuestiones pendientes en Brasil y «estudiando» los desafíos que tiene por delante el Ministerio de Desarrollo Productivo.
Según supo Página/12, el pedido explícito de Alberto Fernández, cuando le ofreció el puesto vía telefónica a Scioli, fue que no se modifique la estructura de la cartera. Es decir –ya sin la Secretaría de Comercio Interior, que ahora depende de Economía– Desarrollo Productivo quedaría con Ariel Schale como secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa; con Guillermo Merediz como secretario de Pymes y Emprendedores; y con Fernanda Ávila al frente de la Secretaría de Minería. Todos de buena relación con el nuevo titular de la cartera, ya que con varios trabajó en conjunto cuando era embajador en Brasil y también en su período de gobernador de la provincia de Buenos Aires.
«Los funcionarios del ministerio le mandaron a Daniel todos los programas que están en marcha y las cosas que hay por delante. Ahora está fundamentalmente centrado en la agenda legislativa que quedó pendiente desde el ministerio y todo el paquete de leyes productivas que se impulsaron desde allí, como la ley de electromovilidad, agroindustria, entre otras», comentaron. Por ahora, desde el entorno del nuevo ministro no quieren adelantar políticas concretas ni anuncios, porque es algo que Scioli deberá conversar con Fernández. «Lo que podemos decir es que el ministro va a retomar todo lo que quedó pendiente y que su gestión va a estar signada por un fuerte apoyo a las Pymes», indicaron desde su entorno a Página/12. «Merediz ya le pasó todas las líneas crediticias que hay para las pymes y está trabajando en ver qué se puede potenciar», añadieron.
«Tal como hizo en Brasil, Daniel va a seguir tratando de generar más inversiones para que haya más puestos de trabajo y también va a darle transversalidad al ministerio», destacaron cerca del nuevo ministro. La idea de Scioli es articular la actividad de Producción con los ministerios de Trabajo, de Desarrollo Social, de Ciencia y Tecnología y de Educación, entre otros. Además, subrayaron que se concentrará en apoyar fuertemente a las economías regionales. «En Brasil trabajó mucho con distintos gobernadores para que las economías regionales puedan exportar más y seguirá de lleno con ese tema», resaltaron.
Rossi, por su parte, el fin de semana encabezó un acto de su espacio en Entre Ríos donde volvió a bregar por la unidad. El nuevo responsable de la AFI aseguró que «una fuerza política que gestiona no puede vivir en un estado de debate permanente. En algún momento, el debate tiene que encontrar una síntesis; y si no encuentra una síntesis, tenemos que aprender a convivir con las diferencias». También aseguró que «tiene que desescalar el debate para darle paso a la gestión» y que, en esa línea, desde el Gobierno «vamos a bajar la inflación para valorizar el salario de cada uno de los argentinos y su poder adquisitivo».
Rossi, uno de los principales interlocutores del Presidente durante el último tiempo, puntualizó que «crecimos el año pasado, crecimos este año y vamos a crecer el año que viene. No digo que haya que ver el vaso medio lleno y quedarse conforme, debemos transmitir el vaso completo, todo lo que hicimos bien y también lo que falta. Debemos transmitir un mensaje de esperanza al pueblo». Para finalizar, y reforzando su idea de tender puentes, opinó: «Tenemos en claro dónde está nuestra base electoral y también nuestro compromiso histórico con los que menos tienen, los más vulnerables y los que más necesitan del brazo del Estado. Ahí está el compromiso de Alberto y de Cristina».