Una niña se encontraba jugando en el patio de su propiedad, hasta que el perro del vecino ingresó y la atacó sin previo aviso. Agredió brutalmente el rostro de la infante y la dejó con heridas graves que requirieron cirugía plástica.
El pasado 26 de julio, una madre vivió momentos de angustia y desesperación. Mientras su pequeña estaba jugando tranquilamente en el interior de su propiedad, ubicada en barrio San José, la mascota perteneciente al vecino se le fue encima.
Le mordió violentamente el rostro, dejándole heridas graves y secuelas psicológicas profundas. “Una vez que vi cuando el perro la agarró y me la tiro, entre, la agarre y sali con ella en brazos. Una vecina me alcanzó con su vehículo al hospital local”, detalló la madre de la menor.
Los médicos que atendieron a la niña no la “quisieron ni tocar”, “porque dijeron que la herida era muy grave y que directamente la derivaron a Salta”. Es así que la niña fue transportada de urgencias hasta el Hospital Materno Infantil donde permaneció internada por una semana.
Debieron realizarle una cirugía plástica para reparar los daños que el perro le había ocasionado. Según informó el médico tratante, al menos 50 puntos le fueron colocados. Una cifra aproximada, ya que “le hizo tantos que ni él sabe cuantos les hizo, porque fueron tanto internos como externos. Todos en la cara”, sostuvo la mujer.
Le tomará casi un mes reponerse a la menor. Si bien sus heridas físicas no ponen en riesgo su vida, le han ocasionado secuelas de por vida. “Hay que ver, porque le afectó dos nervios y la glándula salival”, detalló la salteña que aún no puede creer la brutalidad y el salvajismo que tuvo el animal.
En este sentido, el fiscal penal de Cerrillos, Federico Portal, imputó de manera provisional al dueño del animal. Un hombre de 28 años deberá pagar por el delito de lesiones culposas graves. Asimismo, el perro fue debidamente secuestrado y se espera el informe por parte de un veterinario para tratar de entender el porqué de su ataque.