El juez de la Sala III del Tribunal de Impugnación Eduardo Barrionuevo ordenó «la inmediata» libertad de P.J.T.. que estaba detenida en prisión preventiva luego de que encontraran a su bebé recién nacido sin vida en una valija.
El hecho, que bajo una lectura apresurada podría ser interpretado como un homicidio agravado por el vínculo, fue analizado por el juez que aseveró que «no puede valorarse el hecho prescindiendo de la perspectiva de género tal como lo dispone la Constitución Nacional y la normativa de Derechos Humanos». Desde ese lugar, Barrionuevo se refirió al hecho en sí y a la situación de abandono que sufre la mujer, que vive en una situación precaria.
El parto y la muerte del bebé ocurrieron en una pequeña casa que la mujer comparte con su madre. El juez explicó detalladamente que, para que se configure el delito, debe haber una conducta dolosa, es decir, intención de realizar el hecho y configurar sus posibles mortales consecuencias, actitud que en el caso , indicó Barrionuevo, no se observó. En este sentido, recordó el informe del CIF que indicó que la muerte se dio como resultado de una falla cardíaca aguda por miocarditis neonatal que se formó durante el embarazo. “Dadas las condiciones donde se produjo el parto y al no recibir asistencia médica especializada con el correspondiente diagnóstico y tratamiento específico, las chances de sobrevida fueron muy escasas y de pocos minutos”.
Durante su declaración, la mujer afirmó que desconocía estar embarazada y que se asistió sola durante el parto, cuando advirtió sufrir una hemorragia y se colocó un balde para ayudarse. Además contó que sostuvo al bebé hasta desmayarse. Respecto al delito de omisión, el juez también lo descartó ya que aseguró que para ello la mujer debería haber conocido la malformación de su hijo y haber elegido a conciencia dar a luz en esas condiciones (sin asistencia neonatal de complejidad). «Es insostenible desde los elementos recolectados», afirmó el juez y docente.
En el fallo, Barrionuevo además resaltó el estado de abandono que se evidenciaba en la mujer que «no solo fue desaprensiva con los cuidados prenatales, sino con su propia salud. De hecho familiares y amigas de la mujer advirtieron el fétido olor que emanaba producto de la infección interna», advirtió y agregó que, en consecuencia, “no se advierte un desprecio al valor vida por la conducta desplegada sobre el cuerpo sin vida, sino solo se evidencia negación del hecho, inconsciencia». En este sentido además resaltó que la mujer no buscó deshacerse del cuerpo sino que «lo conservó de modo inadecuado», e insistió con la inconsciencia que mostró hasta del riesgo que corría su propia integridad física.