«¿Acordar para sesionar? En este contexto no pueden ni garantizar que no van a terminar a las piñas, menos aprobar proyectos»: Con estas palabras, una diputada de la oposición sintetizó el clima que se vive desde hace casi una semana en el Congreso, en donde los enfrentamientos entre oficialismo y oposición por el despliegue policial del gobierno porteño en el domicilio de la vicepresidenta llevó a que se suspendiera la sesión que estaba prevista para ayer en Diputados. En este contexto, sin embargo, Cristina Fernández de Kirchner bajó línea de que el Congreso tenía que continuar funcionando y convocó a una sesión para este jueves en el Senado. CFK, incluso, presidirá la sesión (o al menos una parte). El temario – limitado debido a las ausencias del interbloque oficialista que jaquean el control del FdT sobre la cámara – girará fundamentalmente en torno a iniciativas de consenso con Juntos Por el Cambio, entre las que se incluyen dos de las que había pedido aprobar Sergio Massa: la ley de promoción de inversiones a la industria automotriz y la de fomento a la bio y nanotecnología.
«Todo de consenso, nada de peleas», ironizaban desde el interbloque del Frente de Todos ayer a la tarde, luego de que se confirmara oficialmente la sesión para este jueves a las 14 horas. Durante la última semana el clima político en el Senado había sido espeso: al pedido de 12 años de prisión contra CFK (así como la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos) se le había sumado un pedido de juicio político contra Alberto Fernández y, luego, un operativo policial organizado por el gobierno porteño en la puerta de la casa de la vicepresidenta que terminó con la represión de les manifestantes que se habían acercado a expresarle su apoyo. La escalada de tensión entre el FdT y JxC había llevado a que, incluso, la Cámara de Diputados tuviera que suspender la sesión prevista para el miércoles. Se esperaba que el Senado terminara teniendo el mismo desenlace – ya que, además, es el hogar institucional de CFK -, pero el titular del interbloque oficialista, José Mayans, y el del bloque radical, Luis Naidenoff terminaron acordando el martes un temario «no conflictivo», solo unas horas antes de que CFK reuniese a su tropa legislativa en el Salón Azul.
Este «temario de consenso» incluye dos proyectos económicos que vienen con media sanción de Diputados – el de Promoción de Inversiones para la Industria Automotriz y el Régimen de Promoción de la Bio y Nanotecnología – y un puñado de pliegos y proyectos de declaración. Entre los pliegos, además del de algunos jueces, estará – una vez más – el de Daniel Scioli como embajador de Brasil. «No tenemos los votos para mucho más», explicaban desde el interbloque oficialista, en donde han estado sufriendo varias bajas por motivos de salud. Las dos figuras que han estado más ausentes han sido Antonio Rodas y Adolfo Rodríguez Saá, pero también han tenido inconvenientes Cristina López Valverde y el propio Mayans (que tuvo COVID la semana pasada). En un contexto de paridad de fuerzas – en donde el FdT (35 bancas) ha logrado hacerse con el control de la cámara a pesar de no contar con la mayoría solo gracias al acompañamiento de aliades clave (como Alberto Weretilneck y Magdalena Solari Quintana) – estas ausencias han complicado el panorama para aprobar leyes más «conflictivas», como la ampliación de la Corte Suprema de Justicia. «Hasta que no estén todos nuestros senadores no podemos avanzar», afirmó un senador oficialista, aludiendo tanto a la ampliación de la Corte como a la prórroga a las asignaciones a las industrias culturales.
Más allá del temario, el plato fuerte de la sesión será la previa, cuando se abra el espacio para las cuestiones de privilegio. «Va a ser tema libre», advirtió un vocero de JxC, anticipando el escenario de cruces que se dará entre el oficialismo y la oposición en torno a la causa Vialidad y a la represión contra manifestantes (entre los que se incluye a algunos dirigentes del FdT) por parte de la policía porteña en la movilización del sábado pasado. Se espera que JxC monte un show en torno al juicio contra CFK, incluyendo también varios pronunciamientos contra Alberto Fernández (por sus dichos sobre el fiscal Luciani y Nisman, así como también por su defensa a la vicepresidenta). El FdT, mientras tanto, no se quedará de brazos cruzados, ya que lo más probable es que, luego del encuentro con la vicepresidenta el martes, les senadores querrán reafirmar su respaldo a CFK y, a su vez, denunciar a Horacio Rodríguez Larreta por el vallado y la presencia de la policía de la Ciudad en el domicilio de la vice.
Mientras se desarrolle este inevitable show de chicanas y provocaciones – show que Diputados quiso evitar y por eso suspendió la sesión -, CFK estará sentada en su silla de la Presidencia del Senado conduciendo la sesión. Fue, en efecto, la propia vicepresidenta la que bajó la línea de continuar sesionando más allá de la «competencia» dentro de JxC por ver «quién es más duro». Si bien pasó desapercibido, ella lo resaltó durante su mensaje a les senadores y diputades del FdT en el encuentro en el Salón Azul: «Quería agradecerles profundamente, todas sus palabras, sus demostraciones y, fundamentalmente, que el Congreso pueda recuperar el rol que le cabe en una República en serio donde sí existe la división de los poderes», sostuvo, a modo de cierre de su discurso, instando a recuperar la actividad parlamentaria más allá de las tensiones. El jueves se verá, sin embargo, hasta qué punto esas tensiones pueden escalar.