Asumió su banca en noviembre de 2019 y se convirtió en vicepresidente 1° de la Cámara, aunque muchos aseguran que aspiraba a la presidencia. En 2020, la cuarentena acabó con las sesiones por un tiempo y luego se convirtieron en virtuales con lo cual el protagonismo –para todos– era difícil, aunque Ignacio «Nacho» Jarsún se las arregló para lograr notoriedad: quiso homenajear a los diputados por aportar el 25 por ciento de su sueldo para un fondo COVID. El aporte era obligatorio para toda la clase política, pero el joven legislador quería autohomenajearse. La vergüenza de sus pares fue tal, que varios diputados pidieron la palabra para excluirse.
En julio de ese año volvió a ser noticia: Griselda Galleguillos, por entonces presidenta del Concejo Deliberante de Rosario de Lerma, presentó una denuncia en su contra ante la Fiscalía de Delitos Económicos. Lo acusaba de corrupción a la administración pública por no haber rendido el dinero del presupuesto 2019 del municipio. Galleguillos aseguraba que los pocos trabajos efectuados se habían financiado con fondos nacionales y provinciales y acusó a Jarsún de no querer rendir cuentas del dinero. En lo que quedó de 2020, Jarsún prefirió convertirse en el abanderado del pedido de pena de muerte, pistolas taser y hasta decía que si fuera brasilero votaría por Bolsonaro.
Al 2021 lo arrancó con todo. En enero apareció en su cuenta de Facebook una sugerente foto de la entonces concejala Candela Correa. “Pedimos Disculpas. Por un error involuntario de Administración en las páginas y perfiles públicos fue visible, por algunos minutos, una foto que no correspondía a Nacho Jarsun en el estado de esta pagina”, se podía leer en la cuenta de Jarsún. El texto estaba firmado por su CM, Guillermo Wilches, quien se responsabilizó por el hecho.
En febrero de ese año, el joven político, que desde los 19 años ocupa cargos, volvió a ser noticia: adelantó en sus redes sociales un proyecto que presentaría en la Legislatura para “proteger y difundir la identidad y tradiciones salteñas”. Algunos lo acusaron de promover el maltrato animal, otros aseguraron que la relevancia del proyecto era nula en tiempos de crisis pandémica, todos lo acusaron de plagiar el proyecto. Lo que había presentado resultó ser una copia textual de lo aprobado por la Cámara de Diputados de Entre Ríos en octubre de 2019, la “Ley de Promoción de la Cultura Tradicional Entrerriana”.
En junio de 2021 volvió a ser noticia: la presencialidad se había retomado en la Cámara de Diputados y Jarsún se presentó a sesionar con síntomas de COVID, para bronca de sus pares. Desde entonces no se supo más del político salteño. Con tantos yerros a cuestas parecía haber optado por guardarse. Hasta ayer, que reapareció en una semana en donde toda la clase política salteña movió fichas para encaminarse al proceso electoral de abril de 2023. «Mi persona y desde el partido Todos por Salta, anticipamos sin ningún tipo de especulación nuestro apoyo para que Gustavo Sáenz siga Gobernando la Provincia. No es tiempo electoral pero me gusta jugar de frente. Y así como en su momento fui el primer Intendente en darle el apoyo para que llegue, hoy lo vuelvo a hacer anticipadamente», destacó el sitio QPS. Jarsun, que como el resto de los políticos también empezó a hacer campaña. En su caso, el año próximo debe renovar su banca.