El expresidente brasileño Lula da Silva salió primero en las elecciones del domingo en Brasil al lograr el 48,43% de los votos, pero no logró evitar un balotaje contra el actual mandatario ultraconservador, Jair Bolsonaro, que alcanzó el 43,20%, en el que deberá sumar apoyos si desea regresar al poder en la principal economía de América Latina.
En cantidad de votos, el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) conquistó 57,2 millones de apoyos de los 118 millones emitidos. Es decir que para lograr un triunfo en la segunda vuelta deberá sumar 1,8 millones, que le permitiría llegar al 50% necesario.
En tanto que el mandatario ultraconservador, del Partido Liberal (PL), logró 51,06 millones de votos en las elecciones del domingo. Por lo que Jair Bolsonaro necesita sumar para el balotaje unos 6,7 millones de sufragios extras.
Ambos candidatos buscarán esos votos en los seguidores de quienes salieron tercero y cuarto: Simone Tebet, del PMDB (centroderecha), y Ciro Gomes del PDT (centroizquerda). Cada uno obtuvo 4,9 millones de votos y 3,6 millones, respectivamente.
El conjunto de los otros candidatos a la presidencia en Brasil lograron 1,4 millones de votos. Es decir que, en total, Lula da Silva y Jair Bolsonaro se disputarán unos 9,9 millones de sufragios, informó Valor Economico.
Así, el expresidente necesita recabar el 19% de los votos en disputa mientras que el desafío para el ultraconservador es mucho mayor: el 67%.
A ello hay que sumarle que la tasa de abstención, que en las elecciones de ayer fue del 20%, suele crecer en las segundas vueltas en Brasil, lo que modificaría hacia el alza la cantidad de votos requeridas para los dos rivales.
Los previos a la primera vuelta electoral, Lula centró su campaña en el pedido del «voto útil» para evitar prolongar la campaña hasta el 30 de octubre. Observadores estiman que esta misma semanas tratará de sellar pactos con Gomes, quien fue ministro en su gobierno, y Tebet.