Familiares y pacientes manifestaron su descontento con la pésima situación del hospital Juan Domingo Perón, de la ciudad de Tartagal, en el norte de la provincia, una zona muy afectada por la falta de profesionales e insumos.

«Vine a las 6 de la mañana con mi nieto porque se desangraba por la nariz. Salió la enfermera y le puso un tapón porque nos dijo que no había médico de guardia, porque al que le tocaba acá estaba atendiendo en la clínica. Esperé dos horas y volví más tarde, y cuando comencé a exigir que aparezca un médico llamaron a la Policía. Cuando vinieron los efectivos recién ahí aparecieron dos médicos», dijo una mujer.

«Había muchas madres con sus niños enfermos y hasta ese momento nadie salía a darles una solución, tuvo que llegar la Policía», siguió.

El testimonio se publicó en El Tribuno, junto a otras voces similares. «Vinimos a las 9 de la mañana porque mi hija no daba más del dolor; el médico le puso un calmante y la mandó a la casa», dijo otra mujer, madre de una niña de doce años.

«La tuve que traer de vuelta porque está peor y parece que es el apéndice. Le volvieron a poner otro calmante y le dijeron que recién mañana le pueden hacer una ecografía, así que toda la noche tendremos que pasar con esa angustia y rogar que no se ponga peor. Nadie sabe lo que pasamos las madres con nuestros hijos enfermos en este lugar, porque a pesar de ser una guardia de pediatría nadie te da una solución. A los pacientes más delicados los mandan a hacer estudios o análisis, pero para el día siguiente, cuando las madres nos damos cuenta que es de urgencia», siguió.

«Cuando pasa algo más grave con los niños, como en el hospital nadie se hace responsable la quieren responsabilizar a las madres y decir que no los traen a las guardias, que todo es culpa de ellas por su descuido. Pero eso es mentira», expresó otra mujer con un niño en brazos.

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