El Partido Republicano de Estados Unidos sigue sin poder designar un presidente en reemplazo de Nancy Pelosi en el Congreso después de seis intentos debido a diferencias con el ala más conservadora del partido que consiguió mayoría en las últimas elecciones legislativas.
Donald Trump, por su parte, llamó a la unidad y se posicionó a favor del principal candidato, Kevin McCarthy: «Es hora de que todos nuestros grandes miembros republicanos de la Cámara (baja) voten por Kevin. Republicanos, no conviertan un gran triunfo en una gigantesca y vergonzosa derrota».
Después de tres rondas de votación el martes y otras tres este miércoles, los dirigentes no alcanzaron a disipar las diferencias de los republicanos para que McCarthy llegara a los 218 votos que necesita.
Se trata de un debate que no tiene precedentes en los últimos 100 años: en 1856 se tardó dos meses. Mientras tanto, la paralización impide que los congresistas brinden juramento y aprueben o rechacen proyectos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló que la situación es «vergonzosa» y que «el resto del mundo» observa la situación de cerca. Su partido, el demócrata, apunta a la candidatura de Hakeem Jeffries, quien tampoco llega a los votos necesarios.
EEUU: la diferencia de los republicanos en la cámara baja
La mayoría de escaños en la Cámara de Representantes será utilizada por el Partido Republicano para abrir una serie de investigaciones sobre el presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, en la forma en la que gestionó la pandemia de Covid-19 y otras políticas de su gestión.
Sin embargo, todavía hay una diferencia para elegir al «speaker» en el Congreso: McCarthy no ha logrado alcanzar una mayoría de 218 votos debido a la oposición de una veintena de congresistas afines a Trump que se resisten a esa elección.
McCarthy parece estar dispuesto a ceder ciertas concesiones con el objetivo de ser electo, ya que tuvo la misma oposición en 2015, cuando el ala más conservadora del partido se negó a que ocupara el cargo.
La elección de un presidente de la Cámara de Representantes podría decidirse en horas o semanas. En 1856 se tardó dos meses.