La mala atención del PAMI no es ninguna novedad. Desde turnos con mucha demora, hasta el cierre de sus oficinas sin notificarle previamente a sus afiliados. Los jubilados deben sufrir de un sistema que deja mucho que desear.
En este sentido, la denuncia de una abuela llegó a oído de Voces Críticas. Acudió a las oficinas de la obra social y comenzó a “criticar” a viva voz, sobre el pésimo servicio que imparten los empleados, quienes la dejaron tirada cuando sufrió de un infarto.
Con dolor y bronca, la jubilada relató como “tengo un infarto y tengo que pagar todo. Un derrame en el ojo”, pero el PAMI ignoró su situación y necesidad, y le ha concedido un turno para el mes de marzo. La mujer se pregunta ¿qué voy a hacer mientras tanto?
“Si me falta algo, si tengo una emergencia, ¿a dónde voy a ir? Me voy a morir. ¿Saben por qué?, porque no sé a dónde tengo que ir (…) no tenemos ni para siquiera analisis”, comentó en medio de las oficinas del PAMI, atrayendo la mirada de usuarios y trabajadores.
Sus reclamos reflejan la pésima atención que reciben los jubilados por parte de la obra social. Voces Críticas incluso ha informado, meses atrás, sobre la condición de una abuela oranense, quien falleció esperando a que la entidad le autorizara la medicación que necesitaba con urgencia. Una completa vergüenza.