Está acusado de cometer uno de los crímenes más escabrosos en la historia de la provincia de Salta y se encontraba fugado desde hace 21 días. Finalmente se entregó en una zona inhóspita de una finca cercana en Orán.
El prófugo solicitó la presencia de un medio de comunicación de llegada nacional para entregarse, ya que sobre él pesaban gravísimas amenazas de muerte de un cartel de narcotraficantes que, según dijeron, ofrecía hasta 50.000 dólares por su silencio.
El joven de 26 años, de baja estatura y mediano peso, apareció de una senda montuosa cercana a Orán adonde había citado a la prensa y a su abogado para que lo trasladase hacia la Alcaidía de Orán para ponerse a disposición de la Justicia, tras permanecer más de 21 días en la clandestinidad.
Cabe señalar que Víctor Hugo Salvatierra se había fugado de la comisaría de Pichanal el pasado 26 de diciembre y al entregarse a las autoridades proclamó su completa inocencia en el atroz crimen cometido contra un hombre de 40 años, que apareció decapitado en rastrojo de Pichanal, en el norte de la provincia.
Pasado el mediodía, y desde la espesura del monte en Orán, Salvatierra se hizo presente para encontrarse con su abogado defensor y de allí partió hacia la Fiscalía para entregarse a las autoridades, no sin antes dar su versión de los hechos ante las cámaras de El Tribuno.
El escalofriante crimen ocurrido el 1 de octubre en contra de «Quino» Almaraz, un hombre de 40 año que fue encontrado decapitado en un descampado de la zona, tiene cuatro detenidos, entre ellos un hermano de quien se entregó. El cadáver de Quino Almaraz fue hallado en un camino rural paralelo a la ruta 34. La víctima fue identificada como Pablo César Almaraz, un puestero de la zona que vivía en el barrio 9 de Julio de Pichanal.
El cuerpo se encontraba decapitado y con las manos atadas hacia atrás y su cabeza nunca apareció, por lo que se sospecha de un asesinato vinculado al narcotráfico y a los sicarios que operan en la frontera.
Por ese hecho el joven dijo a El Tribuno que había huido de la comisaría porque le quieren endilgar a él y a tres personas más, incluido su hermano, el asesinato de Almaraz, del que dijo ser completamente ajeno. Al respecto el joven manifestó que la falta de investigación del crimen y la versión dada por personas vinculadas al flagelo de las drogas, cuatro personas permanecen detenidas sin poder defenderse de las acusaciones en su contra, ya que a él le endilgan que una pericia odorífica realizada con un can lo sitúa en el lugar del brutal ajuste de cuentas, cuando asegura que ellos nada tienen que ver con los negocios de los narcotraficantes que asuelan el municipio de Pichanal.
Ni bien se conoció la noticia de su presentación espontánea, la policía de Orán salió a la caza de su esposa, madre de dos hijos y ya en la noche de ayer la mujer quedó detenida, según fuentes del norte provincial, aunque no se sabe en carácter de qué.
Antes de entregarse el joven Salvatierra dijo tener miedo de las represalias que podría sufrir de manos de Estado provincial a través de su policía, ya que asegura que el crimen de Almaraz fue cometido por sicarios llegados de Bolivia, porque «era vox pópuli que Almaraz había perdido 100 kilos de cocaína de un tal Llampa» y lo buscaban por esa causa.