El Laboratorio de Investigación y Producción de Biocontroladores (LIPBioc) del Ministerio de Salud Pública brindó una capacitación sobre el uso del BTI, un insecticida larvicida biológico, dirigida a agentes municipales de la ciudad de Salta y a personal del Programa Nacional de Control de Vectores.
El espacio formativo fue teórico-práctico, tuvo dos instancias evaluativas y tareas territoriales de aplicación del producto. De los 30 participantes que asistieron a la capacitación, 26 lo han aprobado.
A lo largo de ese ciclo, se impartieron conocimientos sobre temas como la historia del control del mosquito en el ámbito de la salud pública, la biología del Aedes aegypti, el mecanismo de acción del BTI, cómo se hace el bloqueo focal, cómo sistematizar la búsqueda de criaderos y los sitios donde se puede aplicar el producto.
El jefe del programa de LIPBioc, Rubén Cardozo, dijo que “el objetivo de la capacitación fue que los agentes puedan aplicar el producto de manera eficiente y realizar los bloqueos focales en lugares donde haya pacientes sospechosos”.
Además, durante la presentación del balance del curso en el Centro Cívico Municipal, ante la jefa del programa de Enfermedades Transmitidas por Vectores y otros Reservorios del Ministerio de Salud Pública, Sonia Guanca; el secretario de Ambiente de la Municipalidad de Salta, Martín Miranda; el referente del LIPBioc, Alberto Gentile; y representantes del Programa Nacional de Vectores, Cardozo explicó que, “según una serie de supuestos, se estima que se utilizarían 80 frascos por mes en la capital”.
En la reunión se determinó que los operarios capacitados integrarán la brigada encargada de implementar los bloqueos focales en el domicilio del paciente con sospecha de dengue y en zonas aledañas, conjuntamente con el equipo de salud del área operativa norte o sur y personal del programa nacional de Control de Vectores.
“Cada uno cumple un rol diferente. El equipo de salud sigue al paciente y busca personas febriles; los efectores municipales controlan el foco y eliminan todos los recipientes que pueda contener la larva del mosquito y con Vectores de la Nación podrán utilizar ahora el BTI”, concluyó Guanca.
Sobre el BTI
Es un insecticida larvicida biológico, producido por el laboratorio de Investigación y Producción de Biocontroladores de la cartera sanitaria provincial. Se aplica en pozos ciegos, ya que allí se reproducen alrededor de 18 mil Aedes aegypti por día.
Se trata de un compuesto proteico sintetizado de la bacteria Bacillus Thuringiensis, de serotipo Israelensis.
El BTI elimina las larvas de insectos de los géneros Aedes aegypti, Anopheles, Culex y Simulium, los cuales incluyen a los mosquitos vectores del dengue, zika, chikungunya, fiebre amarilla, malaria e incluso a la “mosca negra” (jejenes), impidiendo que completen su ciclo de vida.
Es inocuo para la salud humana, es altamente selectivo, no afecta a otros insectos, ni a la flora y fauna. Es biodegradable, de rápida acción y no genera resistencia.