Salta comienza en los próximos días la colocación de la segunda dosis para los chicos de entre 12 y 17 años con comorbilidades. Sin embargo, y luego de realizar un relevamiento sobre las innoculaciones que debían realizarse en Salta, los números no son los esperados.
Se estima que en la provincia un total de 35.000 niños con comorbilidades debían recibir su primera dosis de vacuna Moderna contra la COVID. El proceso de distribución de las 901.040 dosis de la vacuna Moderna que llegaron desde Estados Unidos comenzó el pasado 28 de julio. Desde aquel momento, la modalidad de los turnos habilitó el espacio para los chicos de todo el país. En el caso de Salta, hasta el momento, solo se lograron vacuna 9.500 niños, pese a que se estimaba se iban a requerir más de 35 mil dosis.
Las organizaciones de padres que llevaron adelante las marchas y reclamos para que sus niños accedan a una vacuna contra la COVID, expresaron a este medio que «lamentablemente» el sistema de turnos VacunateSalta presentó graves deficiencias. Y atribuyeron que parte de esta falta de vacunados, tenga su raíz en esta falencia.
Elizabeth Giménez, miembro de la Asociación de Padres contra la Fibrosis Quística, explicó que cuando se dieron los turnos para la primera dosis, el sistema de salud no tuvo en cuenta la patología de los chicos ni la situación en la que se encontraban. «Entonces lo que ocurrió es que les dieron turno a chicos con Síndrome de Down, otros con parálisis y demás patologías, sin tener en cuenta la situación de estos casos. Además, a estos chicos los tuvieron esperando 2 horas en el centro de vacunación del Papa Francisco», recordó esta mamá que logró, pese a todas las dificultades vacunar a su hija.
Otras de las complicaciones que tuvieron los padres fue que, si bien el sistema de turnos web reclama la colocación de un número de celular y una mail para que sean notificados sobre la fecha y lugar de la vacunación, muchos de ellos nunca fueron informados.
De esta manera, es que incluso muchos padres no llevaron a sus chicos a vacunar,porque sencillamente no saben que ya tienen su turno.
Otras de las situaciones que debieron afrontar los padres que fueron derivados al Papa Francisco para la vacunación de sus hijos fue que, el personal de salud se negó a colocar en los carnet de vacunación cuándo debían colocarse la segunda dosis. «No entiendo ni tampoco supieron explicarnos porqué se negaban a darnos ese dato», expresó Giménez.
Flor Montovio de la organización Vacuname en Salta, coincidió con Giménez al destacar que para poder acceder a la segunda dosis de Moderna y ante la falta de confirmación del Salud de la provincia, se organizador grupos de 14 chicos para que se vacunen en el centro de salud de San Lorenzo. «La Moderna es de frasco multidosis así que, para no perder dosis, se busca tener los 14 pacientes para vacunarlos a todos al mismo tiempo», expresó Flor que lamentó que no se esté trabajando con mayor eficiencia la logística de la vacunación cuando se está contando con la vacuna.
«Algunos vacunatorios nos pidieron que nos anotemos y que nos iban a llamar cuando tengan el cupo completo para poder abrir la vacuna pero en caso de nuestros chicos, la segunda dosis debe colocarse justo a los 28 días o se pierde el valor de inmunización y tenemos que empezar con al calendario de cero», detalló Flor que reiteró que ya hicieron el pedido para que se tenga en cuenta a los hermanos de los chicos con comorbilidades.
Sobre el final de la tarde,los padres que esperaban ser notificados con al turno para segunda dosis confirmaron que estaban llegando los mensajes. «Nosotros ya nos organizamos, porque se acercaba la fecha y la notificación no llegaba. Nuestros chicos tienen que estar vacunados el 1 de septiembre», agregó Montovio.
Los que prefieren no vacunar
Además de los problemas en el sistema de otorgamiento de turnos, que no es nuevo, ya que mostró sus deficiencias en los procesos de innoculación anteriores, también están aquellos padres que resolvieron no vacunar a sus hijos.
«Acaso es obligatoria», fue una de las respuestas que expresaron algunos padres de niños con comorbilidades que prefirieron que sus hijos no se vacunen. Cuestionados sobre esta decisión y desde el anonimato, estos padres expresaron que la vacuna además de no ser obligatoria no les ofrece ninguna confianza.
Llega la segunda dosis
Cumplidos los 28 días de la primera dosis, los chicos con comorbilidades que ya recibieron la primera, pueden acceder a la segunda innoculación. En el caso de los chicos del grupo de Fibrosis Quística se organizaron y solicitaron a la salita de San Lorenzo si podían organizarlos teniendo en cuenta la situación de cada uno de los chicos. Y así fue que ya están separados, según sus posibilidades y necesidades, a la espera de que puedan acceder a la dosis. «Los pediatras de los chicos, que por cuestiones de movilidad no podemos llegar a la San Lorenzo, nos informaron que vamos a poder solicitar la segunda dosis sin turno en el centro de salud más cercano, que disponga de la Moderna», expresó Elizabeth, esperanzada en poder llegar a la segunda dosis de su pequeña en los próximos días.
Quienes pueden recibir la vacuna
La vacunación correspondiente a la franja etaria de 12 a 17 años incluye las siguientes condiciones priorizadas:
Diabetes tipo 1 o 2.
Obesidad grado 2 (IMC > 35) y grado 3 (IMC > 40).
Enfermedad cardiovascular crónica: Insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, valvulopatías, miocardiopatías, hipertensión pulmonar, cardiopatías congénitas.
Enfermedad renal crónica (incluidos pacientes en diálisis crónica y trasplantes) y síndrome nefrótico.
Enfermedad respiratoria crónica: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fibrosis quística, enfermedad intersticial pulmonar, asma grave; requerimiento de oxígeno terapia; enfermedad grave de la vía aérea; hospitalizaciones por asma.
Enfermedad hepática: Cirrosis, hepatitis autoinmune.
Personas que viven con VIH independientemente del CD4 y CV.
Pacientes en lista de espera para trasplantes de órganos sólidos y trasplantes de células hematopoyéticas.
Pacientes oncológicos y oncohematológicos con diagnóstico reciente o “activa”.
Personas con tuberculosis activa.
Personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.
Síndrome de Down.
Personas con enfermedades autoinmunes y/o tratamientos inmunosupresores, inmunomoduladores o biológicos.
Adolescentes que viven en lugares de larga estancia.
Personas con carnet único de discapacidad (CUD) vigente.
Personas con pensión de ANSES por invalidez aunque no tengan CUD.
Personas con pensión de ANSES por trasplantes aunque no tengan CUD.
Fuente: El Tribuno