El día de mañana, el Comité Operativo de Emergencia se reunirá en el Centro Cívico Grand Bourg con el objetivo de analizar y definir las nuevas medidas que regirán en la provincia desde el 01 de enero de 2022. Las posibles restricciones que desde el Organismo se vayan a dictar, genera en igual forma expectativa e incertidumbre en la población.
Los sectores gastronómicos, de discotecas, turismo y entretenimiento se observan particularmente expectantes en este sentido, ya que en las últimas horas circularon rumores que indican que las nuevas medidas podrían comenzar a implementarse desde el minuto uno del día 01 de enero. Sin embargo, se espera que los próximos anuncios del gobierno nacional no incluya más cierres y restricciones.
Mario Delaloye, reconocido empresario de espectáculos, mostró optimismo y manifestó que “no va a restringir nada porque ya hubo demasiadas restricciones en los últimos dos años”. “Nosotros queremos trabajar, estuvimos mucho tiempo cerrados», agregó seguidamente. En esa línea, remarcó que el sector realizó dos importantes contribuciones al contexto: “Por un lado de contención, en contra de las fiestas clandestinas que se terminaron al igual que disminuyeron los accidentes, cuando nuestro sector volvió a funcionar; y por otro lado, a nivel vacuna hemos logrado que todos los jóvenes que no se querían vacunar, lo hagan para poder ingresar a boliches o fiestas”.
“Personalmente creo que es un error cerrar y prohibir porque vamos a volver a lo que ya vimos, porque todo lo que sucedió nos damos cuenta que no fue bueno. Ya tuvimos experiencia con todo cerrado y sabemos que los controles no dan abasto: van a cerrar las carpas y van a aparecer minicarpas para mil personas en casas de campo, sabemos que va a ser un descontrol porque en las clandestinas no se cuida que el que ingresa esté vacunado, por ejemplo. Yo respeto otras opiniones, pero ya sabemos que ese escenario no es beneficioso», señaló a continuación.
Con respecto al funcionamiento de los boliches y el nivel de aforo Delaloye consignó: “actualmente se trabaja con un 70% de la capacidad y la Policía es muy estricta a la hora de controlar los vacunados y, el que no está con las dos dosis, no entra. Lo único que queremos en el sector es trabajar».
