Los vencimientos de deuda externa del Tesoro Nacional en enero llegan a 1718 millones de dólares, entre los que se acumulan pagos de intereses a los bonistas que participaron de la reestructuración en 2020 y de capital y cupones al Fondo Monetario Internacional (FMI), otros organismos multilaterales y préstamos bilaterales.
La cifra pondrá una presión excesiva sobre las reservas netas del Banco Central (BCRA), que rondaban los u$s 3000 millones, y le generan un dolor de cabeza al Gobierno, que todavía no pudo conseguir el suficiente consenso mundial para cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, según palabras del ministro de Economía, Martín Guzmán.
El primer desembolso saldrá el 9 de enero y será por u$s 693 millones en concepto de intereses de los bonos Globales y Bonar que salieron de la reestructuración de deuda ejecutada en 2020.
Los acreedores privados que participaron (BlackRock, Monarch, VR, Ashmore, entre otros) tuvieron una caída extraordinaria en sus tenencias por la falta de un pronto acuerdo con el FMI, que se reflejó en una suba del riesgo país.
Un grupo de bonistas, incluso, viene señalando a través de distintos comunicados que es hora de «dejar de procrastinar» y presentar un plan económico.
El 28 de enero, en tanto, saldrán unos u$s 717 millones de principal para el FMI. Y durante el mes irán caducado otros u$s 308 millones con organismos multilaterales y créditos bilaterales (de país a país). Por otro lado, el Tesoro también tendrá que cancelar u$s 53 millones a la provincia de Mendoza, para la construcción de la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento.
Frente a esto, el Gobierno se ve apurado a llegar a un acuerdo con el FMI. También espera que el campo ayude liquidando divisas de la cosecha (el grueso de dólares entra a partir de abril). Y aguarda que el superávit comercial sea tan grande que evite la necesidad de tener que dictar nuevas restricciones cambiarias.
Un informe de la consultora Equilibra advirtió que «las reservas netas del BCRA no alcanzan para los pagos programados con el FMI en los próximos meses». Si no se arriba a un acuerdo, en marzo habría que girar u$s 2800 millones, de imposible cumplimiento en esta situación.
Los técnicos de la entidad con sede en Washington, Estados Unidos, regresarán de sus vacaciones el próximo lunes 10. No obstante, al Gobierno le falta convencer a la línea política que integra la Junta Ejecutiva.
La evaluación ex post recientemente publicada, más allá de que fue festejada internamente, blanqueó que el Directorio (Board) del Fondo sería menos permisivo con los incumplimientos en un futuro programa, justo todo lo contrario de lo que aspira el Frente de Todos. En esa letra chica se esconden las razones por las que el 2022 arranca sin un programa económico definido.