Una ola de gripe aviar en Asia y Europa presenta un mayor riesgo de contagio a los seres humanos debido al elevado número de variantes, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
La propagación de la influenza aviar altamente patógena, comúnmente llamada gripe aviar, ha suscitado la preocupación de los gobiernos y la industria avícola después de que brotes anteriores provocaran el sacrificio de decenas de millones de aves y restricciones comerciales.
«Esta vez la situación es más difícil y más arriesgada porque vemos que surgen más variantes, lo que hace más difícil su seguimiento«, dijo a Reuters la directora general de la OIE, Monique Eloit, en una entrevista el miércoles.
«Al final el riesgo es que mute o que se mezcle con un virus de la gripe humana que pueda transmitirse entre humanos, entonces de repente adquiere una nueva dimensión», añadió.
Quince países han notificado brotes de gripe aviar en aves de corral entre octubre y finales de diciembre, en su mayoría de la cepa H5N1. Italia fue el país más afectado de Europa, con 285 brotes y casi cuatro millones de aves sacrificadas, según datos de la OIE.
Los brotes suelen comenzar en otoño, cuando la infección se propaga a través de las aves silvestres que migran.
El H5N1 es una de las pocas cepas de gripe aviar que ha pasado a los humanos. En total se ha informado de que unas 850 personas se han infectado con la cepa, de las cuales la mitad han muerto, según la OIE.
El año pasado varias personas se infectaron por la cepa H5N6 en China, lo que suscitó la preocupación de algunos expertos, que afirman que una cepa que circulaba anteriormente parece haber cambiado y puede ser más infecciosa para las personas.