En su incansable búsqueda de fotos con políticos, empresarios y sindicalistas que permitan mostrar consenso y acercamiento con diferentes sectores, el Gobierno reunió hoy a referentes gremiales y de multinacionales. Y el eje del discurso fue uno: hay que mostrar unidadconsenso y apoyo a la gestión oficial, sobre todo de cara a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Acompañado por los ministros Julián Domínguez (Agricultura), Carla Vizzotti (Salud) y Juanchi Zabaleta (Desarrollo Social), el ministro de Economía, Martín Guzmán, encabezó una reunión de la que también participaron Daniel Herrero (Toyota), Laura Barnator (Unilever), Antonio Aracre (Syngenta), Verónica Marcelo (Natura) y Sergio Kaufman (Accenture), por parte de las multinacionales, y Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), Antonio Caló (UOM) y Jorge Sola (Seguros), en representación de los gremios.

Esta misma premisa de no mostrar grandes diferencias será la misma que llevará Guzmán el lunes próximo al encuentro que mantendrá con los gobernadores opositores, del que también formará parte el Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

De hecho, es la misma que se le reclama al Gobierno e incluso a la oposición.

«Tenemos que mostrar que en la Argentina se puede llegar a consensos y que se terminaron las diferencias. Hay que dar señales claras de apoyo», reclamó Guzmán a sindicalistas y empresarios.

Esta búsqueda tiene que ver con que el ministro admite que, si bien se avanza sobre un acuerdo con el Fondo, todavía no hay certezas respecto de cuándo se podrá firmar. De hecho, Guzmán dijo que las expectativas oficiales están puestas en cerrarlo en marzo.

Para los empresarios y sindicalistas tampoco quedó claro cuál es la propuesta de la Argentina al Fondo, ya que no hubo precisiones al respecto.

Más allá de esto, hubo coincidencias en cuanto a que, independientemente de los pormenores del acuerdo, no se debía traducir en un ajuste.

La inflación -uno de los puntos que más observa el Fondo- también se puso sobre la mesa, y se apuntó que se debe hacer «algo urgente» para controlarla, ya que se trata de «una necesidad imperiosa».

Aquí, los empresarios y los gremialistas admitieron que pueden colaborar con una suerte de entendimiento en cuanto al equilibrio entre salarios y precios, aunque también reclamaron al Gobierno que se implementen «herramientas macro», para bajar los índices inflacionarios.

Antonio Aracre, uno de los impulsores del encuentro, se refirió a esa idea. «Tenemos que lograr un anclaje de las expectativas. No podemos estar todos cubriéndonos por las dudas; aumentar por si aumentan. Tenemos que llegar a varios consensos, y uno de ellos tiene que ver con el de sindicatos y empresas», sostuvo el CEO de Syngenta.

Desde el Gobierno no se expuso, por el momento, la necesidad de avanzar en ese sentido.

El Gobierno volvió a insistir en que, pese al incremento de los casos de coronavirus, no está previsto imponer restricciones a las actividades

El fuerte aumento de los casos de coronavirus también fue uno de los puntos que de discutieron. A empresarios y trabajadores les inquieta la idea de que se pueda frenar la actividad a raíz de posibles restricciones, pero Vizzotti negó esa posibilidad.

Esta «visión albertista» -según algunos empresarios- de cómo encaminar algunas situaciones promete tener más capítulos. La idea es darle continuidad a esta mesa de diálogo, sumando o variando a quienes la puedan integrar, pero siempre con la premisa de lograr consensos y, sobre todo de mostrarlos hacia afuera.

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