Luego de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, revelara el último miércoles a los gobernadores la propuesta de la República Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI), los economistas analizaron en diálogo con El Cronista las definiciones principales y qué dudas generó la presentación.
Cabe recordar que, durante el encuentro en Casa Rosada con los mandatarios provinciales, el titular del Palacio de Hacienda develó que la propuesta argentina incluye -entre otras cuestiones- una consolidación fiscal gradual, una reducción de la emisión monetaria para financiar al Tesoro, el establecimiento de tasas de interés reales positivas y un tipo de cambio real consistente con superávit comercial.
Guido Lorenzo, director de la consultora LCG, sintetizó lo que fue el discurso de Guzmán de la siguiente manera: «Despejó dudas sobre qué tan lejos o cerca se está del acuerdo, lamentablemente falta mucho recorrido. Hubo pocas novedades, no hubo especificaciones de cómo funcionará el mercado cambiario por ejemplo».
EMISIÓN, RESERVAS Y TIPO DE CAMBIO
Aseguró que sin acuerdo sobre el sendero fiscal no hay posibilidad de pensar las metas de emisión y afirmó que «sólo quedó explícita la meta de acumulación de reservas, lo que le da un carácter endógeno al tipo de cambio para alcanzar ese objetivo». De acuerdo con su punto de vista, se esperaban más números y definiciones «pero es entendible que no los presenten porque realmente parece que hubo pocos avances«.
A su turno, el economista Jorge Neyro hizo hincapié en que las diferencias del Gobierno con el FMI son totalmente fiscales: «El Fondo quiere un ajuste fiscal más rápido y una contracción real del gasto, es decir, que el gasto crezca por debajo de la inflación. Eso seguramente está basado en un ajuste tarifario y el Presidente (Alberto Fernández) ya dijo también que no habrá tarifazos. O sea, básicamente apuntó a que las tarifas van a seguir creciendo como máximo en línea con la inflación o por debajo. Esas son las cuestiones».
Luego «el tema de las reservas y de la emisión monetaria están en un segundo plano -apuntó-, aunque la emisión monetaria va a estar relacionada con los objetivos del déficit».
LA «INCONSISTENCIA» DEL PLAN
Según su análisis, las dudas que quedan están vinculadas a la consistencia interna del planporque «los datos que dio Guzmán son solamente de tres aspectos (acumulación de reservas, déficit primario y financiación monetaria al Tesoro). El resto de las variables que tiene implícitamente esa trayectoria no las conocemos. Faltan datos de crecimiento, de superávit comercial, tasas de interés reales -que tampoco están explicitados-; faltan algunos elementos más para poder comprender del todo la consistencia interna del plan», expresó Neyro.
Después de eso, «tenemos el tema de que faltan dos meses y pico para el vencimiento grande con el FMI (en marzo) -subrayó el experto-. Las negociaciones se van a tener que acelerar a partir de la semana que viene y van a requerir una gran serie de pragmatismo para no tener que llegar a negociar hasta el último momento, que es lo que probablemente pase dados los antecedentes del manejo de la reestructuración de la deuda pública».
Según la perspectiva del economista Federico Glustein, «resulta consistente de la exposición de Guzmán que continuará el déficit fiscal de acá a por lo menos cinco años, probablemente con un sendero de descenso hacia el equilibrio primario para 2027, contrario a lo que pide el FMI que es un ajuste más rápido; que la emisión irá bajando en el mismo período y que las tasas reales serán positivas y que van a reducir el stock de pasivos remunerados del BCRA».
Dentro de las certezas, considera que «a las claras no hay acuerdo con el organismo» y que hay distancias en algunos aspectos, sobre todo en cuestiones como déficit y tipos de cambio múltiples.
En lo que se refiere a las dudas que dejó el discurso del titular de la cartera económica, para Glustein fueron «varias»: en primer lugar, acotó que «la única acción real es que la tasa de interés será positiva» y que «lo demás son enunciados con varias contradicciones».
IMPUESTOS Y CONSENSO FISCAL
«Se habló de progresividad tributaria, pero el consenso fiscal permite subir uno de los impuestos más regresivos como Ingresos Brutos -detalló-. Se plantea acumulación de reservas internacionales con un tipo de cambio real consistente con el superávit comercial, pero en 2021; y pese al récord de liquidación del agro, las reservas durante el año se mantuvieron de punta a punta casi en el mismo lugar, por debajo de los u$s 40.000 millones, con reservas líquidas de u$s 2000 millones contando los DEGs, con lo cual habría la posibilidad que la depreciación cambiaria sea mayor a la variable inflacionaria».
A modo de cierre, el especialista resumió: «más que dudas lo que percibo es que hay expectativas positivas sobre muchos aspectos sin decir el camino a seguir, sin aspectos cuantitativos y como si fuera un ‘borrón y cuenta nueva’, pero en varias de las propuestas durante la gestión se ha hecho lo opuesto a lo enunciado».