Desde el último 11 de enero, cuando se conoció el video de Luana Volnovich y Martín Rodríguez en el bar La Combi, de Holbox (México), el tema escaló sin parar en el Gobierno.
En la Casa Rosada no tuvieron problemas en exponer su descontento con la situación desde el primer día: aseguraron que nadie sabía del viaje de la cúpula del PAMI, pero le bajaban el tono a la posibilidad de una medida drástica. “No va a haber ningún pedido de renuncia”, repetían aquel martes.
Como se sabe, en Argentina todo puede cambiar en el transcurso de cinco días. Y más aún en una coalición plagada de internas. ¿Qué fue lo que pasó? En primer término, en el círculo más cercano de Alberto Fernández notaron que la titular de la obra social de los jubilados no tenía respaldo unánime de La Cámpora para este caso puntual. Como anticipara TN, referentes de la organización que lidera Máximo Kirchner -y de la que Volnovich forma parte- estaban molestos por las vacaciones inconsultas.
El enojo fue básicamente por irse junto a Martín Rodríguez, su pareja y subdirector ejecutivo de PAMI, y dejar al organismo sin sus dos máximas autoridades “en este contexto”. Reprocharon que actuó con “una enorme falta de sentido común”.
Sin embargo, los camporistas que la criticaron se encargaron también de hacer saber que Fernández “nunca pidió que se vacacionara en el país”. Resulta curioso que había sido el propio entorno del presidente el que dejó trascender aquella solicitud en la previa de las fiestas de diciembre. Otro capítulo de una larga novela de contradicciones.
Una charla entre Alberto Fernández y Volnovich
El lunes se espera que exista una conversación entre el Presidente y Volnovich. Sería la segunda en unas apenas horas, ya que se habrían comunicado vía telefónica cuando la funcionaria regresó de su viaje, el viernes 14 de enero. En el kirchnerismo hay quienes desmienten ese primer contacto entre ellos y aseguran, en cambio, que sí hubo llamados de Luana con Máximo y Cristina.
Las principales opciones que se bajaran en Gobierno son tres: un pedido de renuncia a Luana Volnovich; su continuidad en el cargo aunque desplazando a Rodríguez; o dejar todo como esta, por lo menos por ahora. Esa última alternativa tiene como principal argumento “que no parezca que se cede ante la presión mediática y opositora”. Además, “echarla podría sentar un precedente difícil”, remarcaron. De cualquier manera, “se definirá entre Máximo y Alberto, nadie más”, dicen en ambos sectores.
Aparece entonces la vieja táctica del chivo expiatorio para calmar las aguas. Uno que en esta historia tiene nombre y apellido, por supuesto: el también dirigente de La Cámpora Martín Rodríguez. La pareja de Volnovich, formalizada para todo el espectro oficialista en el último semestre, podría dejar su puesto y pasar a otra dependencia estatal.
Rodríguez, hombre de Hurlingham, mantiene una tensa tregua con un integrante del gabinete nacional que pisa fuerte en ese territorio, Juan Zabaleta, hoy a cargo de Desarrollo Social. En La Cámpora temieron durante la semana que Zabaleta use su cercanía al presidente para sacar algún provecho de la situación. Para no generar suspicacias puertas adentro, el ministro se alejó todo lo que pudo del caribe-gate.
El candidato para reemplazar a Volnovich
La obvia incógnita que surge a partir de estos rumores tiene que ver con el candidato para el reemplazo. La versión que se movió en los últimos días es la de un conocido del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados: Luciano Di Césare. Fue el segundo de Graciela Ocaña durante la presidencia de Néstor Kirchner y ocupó la titularidad durante los dos períodos de Cristina. Lo abandonó en 2015 con algunos problemas judiciales. “Su nombre viene dando vueltas desde antes de este quilombo”, explica sin eufemismos un alto funcionario que conoce bien lo que pasa en el PAMI.
Di Césare está bien considerado por Cristina Fernández de Kirchner y tiene una relación de larga data con su mano derecha, el senador Oscar Parrilli. Además, cuenta con una ventaja que por estas horas cotiza en alza: “no es Cámpora”. Incluso antes de conocer los detalles de las vacaciones de la polémica ya había tenido algunas reuniones.
La posibilidad de que sea el sucesor de Volnovich apareció por primera vez después del escándalo de renuncias posterior a las PASO 2021. Ella fue una de las que siguió el ejemplo de Eduardo “Wado” De Pedro y puso su lugar a disposición, lo que, como se sabe, no cayó bien en la Rosada.
Existe, sin embargo, un antecedente no resuelto que complica el arribo de Di Césare. Si bien en 2018 fue absuelto en una investigación por malversación de fondos públicos, todavía enfrenta un proceso vinculado a su paso por el PAMI. Se da aquí una interesante casualidad: esa causa es por el cobro irregular de vacaciones no gozadas. Al igual que Luana, en ojo de la tormenta por las vacaciones.
“Quizás Di Césare llegue al PAMI pero no ahora, más adelante”, dicen quienes tienen expectativas de que el cambio se produzca próximamente. Una opción concreta: que primero reemplace a Rodríguez y en unos meses suba otro escalón para ocupar el lugar la titularidad de la obra social. La Cámpora no dejará que eso suceda sin sobresaltos, claro. Los recién llegados al país, mientras tanto, no saben cuál será futuro.