Después de que el Gobierno habilitara la búsqueda de petróleo y gas en el Mar Argentino, 300 kilómetros adentro y frente a la Costa Atlántica en la provincia de Buenos Aires, tanto empresarios y funcionarios salieron a defender la iniciativa frente al rechazo de los ambientalistas, que llevan adelante la campaña #Atlanticazo en las redes, con manifestaciones también en las principales ciudades de la costa bonaerese y la Ciudad de Buenos Aires.
En algunos despachos oficiales sueñan con que la Argentina -que también coquetea con las energías limpias- pueda convertirse en «la nueva Noruega» con la explotación offshore de petróleo. Para los empresarios de la filial local de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (Amcham), la Argentina «ha sido uno de los países pioneros en emplear esta modalidad» y recordaron que «hasta el momento 187 pozos en lecho marino, sin incidentes ambientales significativos«.
Las empresas detallaron que alrededor del 18% del gas natural y el 2% del petróleo utilizado por toda la población proviene de la actividad offshore en el mar argentino con 37 pozos operativos que «no han tenido incidentes ambientales en los últimos años».
EL CASO DE RIO DE JANEIRO
Uno de los puntos que se cuestionó a la explotación petrolera offshore también es el impacto en la actividad turística en ciudades como Mar del Plata. En ese marco, la Amcham indicó que «las operaciones previstas estarán localizadas lejos de las costas y por ende no afectarán el paisaje» y puso como ejemplo el caso de Rio de Janeiro, en Brasil. «Los pozos de Petrobras están frente a las costas y no por ello se encuentran afectadas las actividades pesqueras y/o turísticas», sostiene un comunicado de la entidad.
EL POTENCIAL ECONÓMICO
Las empresas remarcan «el potencial que ofrece la exploración offshore en el Mar Argentino», que «cobra especial relevancia en el marco de la restricción externa y la situación de endeudamiento en la que la Argentina se encuentra». Algunos informes señalan un potencial de generar más de u$s 30.000 millones a través de la explotación offshore para los próximos años.
EL IMPACTO AMBIENTAL
El ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, firmó el mes pasado la Resolución 436 y habilitó la búsqueda de petróleo y gas en tres áreas de la Cuenca Argentina Norte (CAN), en donde la firma estatal noruega Equinor será operadora, asociada a la angloholandesa Shell y la argentina YPF.
«Numerosos informes técnicos señalan que el impacto final de la exploración o de explotaciones en plataformas offshore es bajo o nulo«, sostienen las empresas siempre que se apliquen las medidas y protocolos de seguridad adecuados y mecanismos de mitigación o Planes de Gestión Ambiental requeridos.
Amcham remarca que el estudio de impacto ambiental de Equinor se encuentra disponible al público en general. El análisis de 2000 páginas abarca «el programa de respuesta ante emergencias, garantizando con suficiente certeza la mitigación de todo riesgo de exploración sísmica en el mar argentino».
Y sostienen que hubo una audiencia pública celebrada en julio de 2021, donde se presentó abiertamente dicho estudio y se discutió su alcance. Desde la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras. Fernanda Génova, aseguró que en esa audiencia «más del 95% se había pronunciado en contra de la iniciativa», en declaraciones a FM La Tribu.
RIESGO SÍSMICO Y VIDA MARINA
La Cámara aseguró que «cada año se realizan en el mundo cientos de campañas de prospección sísmica y lo mismo ha ocurrido en Argentina en los últimos años, sin impactos relevantes». Frente a los reclamos de los grupos ambientalistas sobre el impacto en la vida marina, las empresas aseguran que «no hay indicios ni hechos que lo demuestren científicamente».
«Para garantizar que ninguna ballena, tortuga o elefante marino pueda ser afectado, existen protocolos que evitan o mitigan impactos sobre ellos», aseguran. Las organizaciones argentinas del Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia advirtieron que los impactos negativos de la actividad autorizada trascenderán los límites espaciales y temporales de las concesiones otorgadas.
«Los bloques con permiso para exploración se localizan en el talud, un área clave para la estructura ecológica y funcional del mar argentino y de la región, con gran influencia de la corriente de Malvinas y donde se genera el mayor y más productivo frente marino a nivel regional», detallaron y argumentaron que las áreas influyen en procesos de productividad biológica, estructura de tramas tróficas, historias de vida, flujos de CO2, entre otros y «por lo tanto su conservación es prioritaria».
Sobre el impacto sísmico, consideraron que las explosiones acústicas bajo el agua que pueden ser registradas a miles de kilómetros de distancia y puede afectar las funciones biológicas esenciales de mamíferos marinos, tortugas, peces y aves. «Los efectos potenciales sobre la fauna marina son diversos e incluyen desde lesiones graves hasta la muerte, efectos físicos y/o fisiológicos, deterioro de la audición, enmascaramiento, y cambios del comportamiento», enfatizaron.