Los precios del petróleo cotizaban el viernes en máximos de siete años, debido a que las tensiones geopolíticas y una intensa nevada en Estados Unidos reavivaron las preocupaciones sobre las interrupciones del suministro.
Los futuros del crudo Brent subían 1,32 dólares, o un 1,2%, a 92,43 dólares el barril a las 1120 GMT, después de haber tocado su máximo desde octubre de 2014 de 92,66 dólares.
El petróleo WTI de Estados Unidos sumaba 1,45 dólares, o 1,6%, a 91,72 dólares el barril, después de haber trepado a su mayor nivel en siete años de 91,91 dólares por barril.
Ambos referenciales estaban en camino de una séptima ganancia semanal consecutiva.
«Este último repunte ha sido provocado por una ola de frío en Texas, que está alimentando las preocupaciones sobre los cortes de producción en la Cuenca Pérmica, el mayor yacimiento de esquisto de Estados Unidos», dijo Carsten Fritsch, analista de materias primas de Commerzbank.
Una enorme frente helado azotó las regiones central y noreste de Estados Unidos el jueves, dejando sin electricidad a miles de personas.
Los escasos suministros de petróleo empujaron la estructura de mercado de seis meses para el WTI a un pronunciado «backwardation» de 8,40 dólares por barril el viernes, el más amplio desde noviembre de 2021.
Los mercados petroleros también han recibido impulso por la crisis de Ucrania, ya que Rusia continúa desplegando miles de tropas en la frontera con su exaliado soviético, un factor que agudiza la inquietud de los mercados porque los suministros de petróleo que ya son escasos.