La Corte Suprema no se mostró demasiado conmovida después de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pusiera en evidencia que el máximo tribunal duerme una de las causas más importantes sobre el espionaje durante el macrismo. Todos los integrantes de la Corte se excusaron de intervenir en el expediente de alto impacto político y tampoco definen qué camaristas los reemplazarán, como reclama CFK.

La Corte Suprema se excusó de intervenir en el espionaje ilegal

En una seguidilla que comenzó a mediados de noviembre y se extendió hasta finales de diciembre, los cuatro supremos se excusaron de intervenir en la causa de espionaje que inicialmente tramitó en Lomas de Zamora. Esa situación anómala fue expuesta el miércoles por el abogado de CFK, Carlos Beraldi, quien en diálogo con Página/12 comentó que nunca en su carrera había visto una situación similar.

Beraldi les pidió a los supremos que definieran quién iba a tomar sus lugares para resolver qué pasa con este expediente. Como única respuesta, este jueves los supremos le dedicaron un “ténganse presente”. No hay definiciones de cuándo se sortearán los presidentes de Cámara que podrían actuar como conjueces, aunque algunos cálculos muy optimistas sugerían que podría haber novedades en un plazo de dos semanas. El máximo tribunal es objeto de incesantes críticas, que derivaron en una nutrida concentración que el martes pasado reclamó las renuncias de sus integrantes y la democratización del Poder Judicial.

Mesa judicial macrista

Solo Carlos Rosenkrantz se apartó diciendo que podría haber sido damnificado por las actividades de inteligencia ilegal. Lo cierto es que en Dolores surgió que la banda de Marcelo Sebastián D’Alessio espió sus movimientos migratorios y los de su exsocio Gabriel Bouzat. Además, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) estuvo detrás de una reunión suya con el operador macrista Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el mismo que llevó su nombre para ser nombrado en la Corte y que ahora se encuentra prófugo en Uruguay por una causa en la que se investigan presiones sufridas por los propietarios del Grupo Indalo, Fabián De Sousa y Cristóbal López. Rodríguez Simón fue uno de los integrantes de la mesa judicial macrista y uno de los principales asesores judiciales del entonces presidente Mauricio Macri.

Los otros integrantes del máximo tribunal, Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, solo invocaron razones de delicadeza y decoro sin siquiera especificar cuáles serían. En el Palacio algunos se amparan diciendo que su nombre apareció en alguna foja de alguna causa de espionaje. Lo cierto es que la estampida de los supremos se dio cuando se endureció el conflicto con el gobierno –especialmente a raíz de que dijeran que es inconstitucional la conformación actual del Consejo de la Magistratura–. 

En la Corte deben decir si está bien que la Cámara Federal de Casación Penal le sacara la causa al juez de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé. El magistrado investigaba cómo los espías conocidos como Súper Mario Bros espiaron a propios y ajenos y cómo se vigiló desde el Servicio Penitenciario Federal (SPF) a exfuncionarios y empresarios kirchneristas que estaban presos.

Borinsky y Carbajo

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner denuncia que dos casadores, Mariano Borinsky y Javier Carbajo, se hicieron con la causa irregularmente para sacársela a Augé. Los dos integran la Sala IV, pero, en realidad, debió intervenir la Sala I del máximo tribunal penal del país. Esa irregularidad fue advertida por Ángela Ledesma, que quedó en minoría cuando Casación le arrebató el expediente a Augé.

Ledesma dijo, además, que, al sacar la causa de Lomas, también se frenaría el curso de la investigación. Fue lo que sucedió porque el juez que recibió la causa, Marcelo Martínez de Giorgi, debió esperar a que la Cámara Federal de Comodoro Py revisara los 38 procesamientos que había dictado su colega Augé. Recién el 21 de diciembre la Cámara se pronunció y dejó en pie únicamente diez. Los camaristas Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, además, dieron crédito a la teoría de que los espías actuaban por su propia cuenta y desresponsabilizaron a los escalones más altos como el exdirector general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas o el exdirector del Servicio Penitenciario Federal Emiliano Blanco.

CFK denuncia que todo el procedimiento fue ilegal y reclama que la causa vuelva a Lomas de Zamora. Para eso pide que vuelva a intervenir la Sala I de la Cámara Federal de Casación, que anule el fallo de Llorens y Bertuzzi y que mande todo a la Cámara Federal de La Plata.

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