La Secretaría de Industria recibió entre ayer y hoy a las terminales automotrices para delinear la disponibilidad de divisas que tendrán las fábricas para producir este año. Luego, la oficina de Ariel Schale avanzará con las empresas radicadas en Tierra del Fuego y otros fabricantes de electrodomésticos, que también presentaron sus planes. 

Según supieron empresarios de boca de funcionarios, todavía no hay un horizonte claro sobre cuántos dólares habrá para financiar las importaciones que demandará el crecimiento de la economía previsto para 2022.

«Va a haber dólares, sobre todo después de la cosecha. Hay orden de apoyarnos», dijeron a El Cronista en una terminal automotriz que mantiene un ir y venir constante con Industria. Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina y uno de los empresarios de mejor vínculo con el Gobierno, dijo el viernes, en Radio Con Vos, que «están los dólares» para crecer un 30% en 2022, como espera la industria.

Las negociaciones se dilataron a la espera del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Cualquier escenario era restrictivo. Por un lado, porque la acumulación de reservas para pagarle al FMI implicará cuidar el superávit comercial, en momentos en que las Bolsas de Cereales advierten por el impacto de la sequía. Por otro, dicen en el Gobierno, la falta de acuerdo hubiera significado restricciones mayores para los importadores, por la falta de acceso al financiamiento privado y el menor ingreso de divisas de organismos multilaterales.

Así y todo, fuentes del sector privado coincidieron en que no hubo, en enero, restricciones en la aprobación de las SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones). Por el contrario, las importaciones de enero habrían cerrado en niveles similares o un poco inferiores a los de diciembre, cuando fueron récord: U$S 6216 millones, según el Indec.

MOMENTO EXCEL

Como ocurrió hace un año, las empresas enviaron entre fines de 2021 y las últimas semanas las planillas a la Secretaría de Industria con sus previsiones de producción e importación. Todas las firmas consultadas por El Cronista, de distintos sectores, presentaron a Schale números con crecimiento respecto a los valores con los que cerró el año pasado.

Los contactos, desde entonces, son constantes. Pero esta semana, Industria aceleró con las reuniones mano a mano, planteadas como un «toma y daca». La Secretaría parte de la premisa de que, en general, las empresas piden más dólares de los que necesitan

Y hace sus reclamos: cuánta inversión habrá, qué nivel de sustitución de importaciones de autopartes se prevé (siempre con la exigencia de que sea incremental, para cumplir con la ley sectorial) y qué volumen de exportación planean las automotrices (con la zanahoria de la retención 0 a la posición incremental).

A comienzos de año, la Asociación de Fabricantes (Adefa) le llevó al presidente Alberto Fernández números auspiciosos. La producción de 2021 aumento 34,4% contra la de 2019 y las exportaciones, 11,9% desde los valores de ese año. 

Para Industria, el crecimiento del 30% que planea la industria es posible, pero plantean una negociación «paso a paso», con revisiones trimestrales que dependerán de la disponibilidad de divisas. Como referencia, el Gobierno comenzó el año pasado con una previsión de fabricación de 350.000 vehículos y, según Adefa, 2021 cerró con 434.753 unidades. Luego de cerrar los números de importación con cada terminal, el Gobierno convocará a Adefa para una nueva foto.

LA NEGOCIACIÓN CON TIERRA DEL FUEGO

Con las fábricas de electrónica de Tierra del Fuego, la discusión viene más demorada. Las empresas presentaron sus planillas. «Aún no le dieron feedback a ninguna empresa», indicaron en el sector. «Habrá más inversión y más producción local», anticiparon en una compañía. En otras palabras, requerirán más importaciones.

La Unión Industrial Argentina (UIA) estimó que 2021 cerró con U$S 50.000 millones en importaciones de insumos, bienes de capital y piezas para la industria. A fines de 2020, la entidad había proyectado una necesidad de U$S 55.000 millones y el Gobierno se plantaba en que la recuperación demandaría U$S 45.000 millones. 

Para 2022, la central fabril espera una suba módica en la disponibilidad de dólares. Como referencia, detallan que 2021 terminó con importaciones totales por U$S 63.184 millones y que el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central marca como consenso U$S 64.450 millones. 

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