Después de seis días de gira internacional, el presidente Alberto Fernández aterrizará esta medianoche en suelo argentino. Lo hará tras haberse reunido con los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, y con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, a donde llegó también como presidente de Celac. El equipo de Fernández considera que la gira incluyó logros importantes como la incorporación de la Argentina a la Ruta de la Seda, inversiones por más de 23 mil millones de dólares para diversas obras públicas más proyectos y apoyos de cara al principio de acuerdo que alcanzó su gestión con el FMI, para pagar la deuda multimillonaria que contrajo el gobierno de Mauricio Macri.
«Lo logrado durante la gira, incluso, va a servir para aliviar al país en el contexto del acuerdo. La Argentina necesita seguir creciendo y para eso necesita inversiones», detallaron.
El mandatario inició su viaje poco después de haber firmado el principio de entendimiento con el FMI que, sin embargo, generó la renuncia del presidente del bloque oficialista en Diputados, Máximo Kirchner. Sin embargo, miembros de la comitiva, afirmaron en diálogo con Página/12 que aquello no afectó «en ningún sentido» los objetivos de la gira. «Con el Fondo se llegó a un acuerdo y ahora se está terminando de cerrar la parte técnica. No hay ningún tipo de dificultad con ese tema«, aclararon.
Desde el entorno presidencial explicaron que para lograr el crecimiento, en los próximos años será imposible conseguir más financiamiento por parte del FMI, debido, claro, a la gigantesca deuda que dejó el gobierno de Macri. De Wall Street, explicaron: «tampoco se puede conseguir financiamiento, porque ese mercado se agotó». «Por eso estamos buscando fuentes alternativas. Las inversiones que consiguió el Presidente en China, por ejemplo, van en ese sentido. Se trata de inversión extranjera directa de empresas y en esa línea también están las misiones con empresas rusas», remarcaron.
Por otro lado, subrayaron que también son noticias muy positivas las vinculadas a los avances con los Derechos Especiales de Giro (DEG) y el Swap. «Las posibilidades que se abrieron con respecto a la posible reasignación de los DEG y lo del Swap, son muy buenas porque se trata de alivios financieros que, si bien no son recursos para inyectar en la economía real, sirven para la estabilización financiera del país», indicaron colaboradores del Presidente.
Sobre los más de 23 mil millones de dólares que vendrán a la Argentina desde China para diversos proyectos, desde la comitiva presidencial indicaron que «como en 2014 la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner firmó la Relación Estratégica con China, ese estatus de relación diplomática hizo que nosotros podamos avanzar con mayor velocidad para todos los financiamientos que conseguimos».
Escala en Barbados
La isla del Caribe era la última escala de la gira de Fernández. Allí llegaba en su calidad de presidente pro tempore de la Celac. A primera hora del martes se reunió con la primera ministra, Mía Mottley. En la reunión hablaron de los problemas comunes que tienen ambos países y el Presidente le dijo que sentía que el resto de los países de la región no le prestaba la atención suficiente a las problemáticas del Caribe.
«Aquí hablan los idiomas del norte, pero tienen los problemas del sur», señaló Fernández y se comprometió a trabajar en líneas de cooperación. Una de ellas fue que articularán diversos proyectos con el Conicet. El Presidente le ofreció trabajar en la producción de trigo resistente al cambio climático, algo que la Argentina ha desarrollado y cuya patente pertenece al Estado nacional.
Además, hablaron de generar un mayor intercambio de turismo y de evaluar la posibilidad de generar vuelos de Aerolíneas Argentinas. El Presidente comentó que está intentando crear un banco de alimentos para que sea utilizado en casos de catástrofes naturales, en los que participen principalmente la Argentina, Brasil y México que son los tres mayores productores.
La Primera Ministra hizo hincapié en las luchas que los dos países tienen en común. Las luchas de género y también el ser víctimas de la crisis climática. Barbados produce el 0,001 por ciento de las emisiones de carbono del mundo –la Argentina el 0,8– y sin embargo es una de las que sufren las mayores consecuencias. Plantearon la posibilidad de pedir canje de deuda a cambio de acciones ambientales y, según comentaron a Página/12, reflexionaron sobre «la injusticia en la negociación dentro del FMI ya que los países más ricos y desarrollados invierten mucho en políticas estatales y tienen déficit fiscal para contrarrestar los efectos de la pandemia, pero sin embargo le exigen otro tipo de políticas a países como los nuestros, que están en peores condiciones».
La presencia del Papa Francisco
Al finalizar la reunión, la Primera Ministra dijo que, a pesar de no ser creyente, consideraba que el papa Francisco era uno de los grandes líderes morales y éticos que tiene el mundo. Fernández le dijo que para él también y que eso significaba entender que la gran crisis que sufre el mundo es moral y ética. «Con la pandemia quedó claro porque los que murieron fueron, en su gran mayoría, aquellos que no pudieron acceder a los cuidados sanitarios o a la vacuna por las grandes desigualdades que existen», le dijo.
Luego del encuentro, Fernández se reunió con los primeros ministros de las islas de Grenada, Santa Lucía, San Vicente y República Dominica y, tras esa reunión, recorrió la isla de Barbados en un colectivo eléctrico. Junto a Mottley hicieron diferentes paradas, donde le mostraron las estrategias que llevan adelante en ese país frente a la crisis climática, como la reconstrucción de arrecifes para mitigar la elevación del mar y construcciones para afrontar los huracanes y tormentas que son cada vez más violentos, entre otras.
«Lo que está pasando en Barbados es terrible. Existe mucha banalización del tema y cuando se menciona al Caribe se suele pensar solo en las playas, pero ellos la están pasando muy mal y, además de las limitaciones que tenían, el covid frenó el turismo que es una de las principales actividades económicas de la zona», reflexionaron desde la comitiva argentina en diálogo con este diario. Fernández y Mottley quedaron en seguir trabajando juntos. Mientras se sacaban la foto protocolar, el Presidente le dijo: «como en el final de Casa Blanca, este es el inicio de una gran amistad.