Se muestra seguro de que esta semana habrá acuerdo en la paritaria con los docentes bonaerenses. Alberto Sileoni, director general de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, remarca que la oferta salarial que la gobernación de Axel Kicillof les hizo a los gremios «defiende el poder adquisitivo de los educadores»: llevará el salario inicial de 55.100 pesos en marzo a 78.500 en septiembre, con un compromiso de seguimiento sobre el impacto de la inflación. En diálogo con Página/12, el ex ministro de Educación de la Nación entre 2009 y 2015 asegura que la prioridad educativa para el ciclo 2022 es recuperar «la presencialidad plena», con clases todos los días de lunes a viernes, de marzo a diciembre. 

– El lunes comienzan las clases después de dos años de restricciones por la pandemia. ¿Cuáles van a ser los cuidados en las escuelas bonaerenses?

– Tenemos una gran expectativa por la vuelta. Las comunidades, las familias, los chicos, yo veo mucha alegría y expectativa después de dos años muy duros. Para nosotros este va a ser un año de presencialidad plena hasta fin de diciembre, de asistencia diaria a la escuela. Queremos insistir en que los papás y las mamás manden a los hijos a la escuela, porque la asistencia es mucho más que un tema administrativo: es la persistencia en el esfuerzo, en el aprendizaje. Para que eso ocurra, por supuesto, lo fundamental es la vacunación. Dentro de las aulas va a haber uso del barbijo desde primer grado, ventilación cruzada, limpieza de los espacios y distancia en la medida que se pueda. Pero sobre todo vamos a seguir trabajando con las familias para que vacunen a los chicos, cuando las familias se inscriban los vamos a alentar para que se vacunen. Nos parece que la vacuna no es nada resistida en la sociedad, todo lo contrario, es bienvenida. Si hay estudiantes que no se vacunaron es por una cuestión de que los papás están más desatentos o no pueden por sus trabajos, o no tienen la posta cerca. Por eso entre el año pasado y este abrimos postas de vacunación en 1400 escuelas.

– ¿Van a seguir vacunando en las escuelas a lo largo del año?

– Sí. Necesitamos que los bonaerenses se sigan vacunando y nos parece que la escuela es un centro social muy importante. En la escuela se come, se vacuna, se asiste y se enseña, fundamentalmente, para eso es. Pero también es un centro social al que acuden las familias y tiene una enorme representatividad territorial.

– En el verano estuvo recorriendo la provincia. ¿Están los edificios escolares en condiciones para empezar las clases? ¿Hay escuelas o aulas en las que las clases no van a comenzar?

– En la provincia tenemos 10 mil edificios en los que funcionan escuelas. Venimos haciendo, en los dos últimos años, un trabajo importante: terminamos 4 mil obras, inauguramos 53 escuelas. Hemos distribuido a los consejos escolares 3100 millones de pesos para obras menores. Hay algunos edificios que necesitaban obras muy grandes que aún no están terminadas, donde no podemos empezar las clases, y para esos casos estamos buscando espacios alternativos. Por ejemplo, sucede en una escuela de La Plata y hay casos en el conurbano. Pero se hizo mucho, puede haber alguna escuela con problemas específicos y si los hubiera allí estaremos trabajando.

– ¿Cuántos chicos siguen desvinculados de la escuela a raíz de la pandemia?

– 62 mil chicos en el secundario y algunos miles en la primaria. Estamos trabajando en eso, es una prioridad absoluta porque la educación es un derecho y nosotros no damos por perdido a ningún chico, lo vamos a buscar, es una responsabilidad ética y política del Estado hacerlo. No quiero negar esa realidad, es una realidad que nos preocupa y sobre la que hay que seguir trabajando.

– ¿Qué va a pasar con el programa que estuvo dando apoyo a los alumnos?

– Va a continuar. Lo estamos redimensionando. Era un programa para la pandemia, y ahora que queremos la presencialidad plena lo vamos a continuar de otra manera. Este programa de Acompañamiento a las Trayectorias y Revinculación (ATR), viene trabajando desde el año pasado. Ha tenido una incorporación de 25 mil docentes, que intensifican conocimientos, que trabajan a contraturno y van los sábados. Funcionó todo el año pasado y ha devuelto a la escuela a miles de chicos. Ha habido éxito en la recuperación de los chicos pero todavía hay que seguir trabajando. Queremos que este sea un año de aprendizaje, de esfuerzo, de enseñanza, de lectura, de trabajo en esa rutina virtuosa que tiene la escuela, con clases de lunes a viernes, sin sobresaltos.

Paritaria docente

– ¿Cuál fue la oferta paritaria a los docentes en la provincia?

– La paritaria ha estado muy bien. Hay un logro compartido del gobernador y del Frente de Unidad Gremial, porque es el tercer año que la paritaria llegará a un acuerdo. Se han llevado la oferta, la consultarán y a fines de esta semana nos dirán, pero tenemos expectativas positivas en llegar a un acuerdoLa paritaria es en tres etapas. Es una oferta que arranca en marzo con 17 por ciento de aumento, llega al 28 por ciento en julio y termina en septiembre con el 41,8 por ciento, con el compromiso de reabrir la negociación en el último trimestre. Va a haber un monitoreo constante de la inflación. 

– El salario inicial de 55 mil pesos llegaría a 78 mil en septiembre.

– El maestro de grado sin antigüedad arranca ahora en 55.100 y termina en 78.549 en septiembre.

– ¿El salario medio en cuánto va a quedar?

– Un maestro de grado con 10 años de antigüedad, que se toma como caso testigo, hoy está ganando 61 mil y en septiembre va a estar en 87 mil. Finalmente, un maestro con 24 años de antigüedad hoy está en 75 mil y se va a 107 mil. Creemos que es un salario que defiende el poder adquisitivo de los educadores. Creo que llegaremos a un buen acuerdo.

Educación vs. meritocracia

– ¿Qué opina del proyecto de Juntos por el Cambio que propone dar más recursos a las provincias que alcancen mejores resultados en sus indicadores educativos?

– Sin ánimo de polemizar, creo que hay que demostrar el aprecio y el valor a la educación cuando uno está en el gobierno. Antes de 2015 esa alianza no gobernaba el país, se podía pensar que tenía aptitudes para hacer mejor las cosas, pero de 2015 a 2019 gobernaron y en educación Cambiemos ha dejado salarios a la baja, ha tenido un profundo desdén por la escuela pública, por sus educadores, ha roto la paritaria docente, ha discontinuado programas emblemáticos, que eran buenos y nunca debieron ser eliminados, como el Conectar Igualdad y la distribución de libros. No han construido los tres mil jardines de infantes que habían prometido, dejaron caer escuelas, ajustaron el gasto en educación, bajándolo un punto del PBI… La verdad es que deberían demostrar con actos concretos el valor que le dan a la educación. Cuando nos tocó gobernar nosotros creamos 17 universidades, llevamos el PBI educativo al 6,1… Son hechos, no palabras. Gobernar es preferir, y está claro que cuando nosotros gobernamos preferimos el esfuerzo presupuestario y el respeto a los docentes. Entonces, no me parece que la salida sea con anuncios, ni menos con anuncios meritocráticos. Hay que trabajar con aquellos que menos pueden. La meritocracia nunca da satisfacción a los que les va mal, es para los ganadores. Y nosotros creemos que el Estado debe resguardar a los más sencillos, a los que menos tienen, así que no pensamos que sea por ahí.

– A su criterio, ¿qué hay que medir en educación?

– Hay que medirla, hay que evaluar, por supuesto. El sistema educativo argentino no le da satisfacción a la sociedad, tenemos deudas. Deudas de aprendizaje que las teníamos en marzo de 2020, nunca las negamos. La pandemia profundizó las desigualdades y por eso queremos que este sea el año del aprendizaje, de la lectura, de la escritura. Tenemos que invitar a los chicos que se fueron pero también tenemos deudas en el aprendizaje con los que están adentro de la escuela. Eso es lo que creo que hay que enfocar y hacerlo con una educación que dé seguridad a las familias, que haya clases todos los días, que los maestros vayan, que estén satisfechos con el salario, que podamos trabajar en la dignidad de las escuelas. Esa es la tarea del Estado. Yo soy optimista, siempre y cuando persistamos en el esfuerzo. Nosotros tenemos un abismo de diferencia con la derecha, pero podemos coincidir en que haya un esfuerzo sostenido, en que distribuyamos todos los años computadoras y libros. Si esas políticas se hubieran continuado, hoy el sistema educativo estaría en mejores condiciones para afrontar este tiempo de pandemia. 

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