Noelia Martel tenía 27 años, cumplía una condena en la Unidad Carcelaria 4, donde fue encontrada sin vida el pasado miércoles a las 2 de la madrugada aproximadamente. Su madre cree que la asesinaron. Según dijo, desde 2015 tiene acumuladas 60 denuncias contra el Servicio Penitenciario por torturas y persecuciones que ejercían guardiacárceles contra su hija, la última, de hace tres meses.
La mujer sostuvo que en todo este tiempo recurrió a distintos organismos, entre ellos, a la Fiscalía de Derechos Humanos y al juez de Ejecución Penal, pero no frenaron la violencia institucional.
«Las internas dicen que ellos (integrantes del Servicio Penitenciario) la mataron, que se escucharon los gritos desgarradores. Otras dicen que le dieron (medicación) psiquiátrica» sin ninguna receta médica y esto «le dio un paro», manifestó a Salta/12 Teresa, madre de Noelia.
La fiscala Verónica Simesen de Bielke abrió una investigación luego del hallazgo del cuerpo. El Ministerio Público Fiscal informó que por protocolo la causa pasó a la Unidad de Femicidios, a cargo de Mónica Poma, quien espera el informe definitivo de la autopsia para convocar a los familiares y ponerlos en conocimiento.
Teresa contó que fue el miércoles último a la Ciudad Judicial y pidió entrevistarse con la fiscala que investiga la causa pero no pudo hacerlo.
En el penal Noelia se había casado con otra interna. Su madre dijo que esta mujer contó que encontró a su hija sentada en la cucheta de la celda del pabellón B, ya sin vida. Teresa dijo que no le permiten ver a esta mujer. «Tengo derecho a hablar con la mujer que eligió mi hija, están legalmente casadas, fue la última persona que la vio con vida. No la dejan hablar, la tienen encerrada», denunció.
Por otro lado, señaló contradicciones entre lo que manifestó esta mujer y los dichos de la directora de la Unidad Carcelaria, quien le habría asegurado que la su hija fue encontrada por personal del Servicio Penitenciario en un recorrido de rutina.
Rastros de golpes
Teresa dijo que cuando le entregaron el cuerpo le dieron un certificado de defunción en el que se asegura que fue un suicidio, pero ella sostiene que su hija «no se mató». Contó que desde 2015 también estuvo un año y 6 meses presa en el penal, junto a su hija, luego salió en libertad porque fue absuelta, y que por eso «sé cómo vivíamos. Es imposible la manera en que dicen que se mató. Sé que todo van a manipular», aseguró.
«(Noelia) Fue estrangulada», sostuvo. Dijo que el cuerpo tiene un golpe en la cabeza y le dijeron que eso fue cuando la sacaron del Pabellón b, «la hicieron caer y dio con la cabeza (…) El forense dice que ya ella salió sin vida». Además, «tenía un golpe en el ojo izquierdo, y su mandíbula estaba cruzada». La mujer dijo que tiene un perito de parte y él espera analizar si había golpes internos.
Además, Teresa dijo que sabe que a su hija la inyectaron medicación psiquiátrica «desde las 8 de la noche», porque pedía hablar con su madre, que entonces estaba internada en el Hospital San Bernardo. «El día del deceso, yo estaba en una sala y mi hija en otra, y no lo sabía», expresó su madre, y destacó que el Servicio Penitenciario no le avisó que su hija estaba fallecida. «Ella llegó muerta al Hospital, nunca recibió la asistencia que tenía que recibir», acusó.
Dijo que advirtió a las autoridades sobre los malos tratos que recibía su hija: «Les dije que estaban esperando que saque a mi hija en el cajón».
La mujer afirmó que «en todos estos años» recibió «llamados del Servicio Penitenciario» por distintas razones, «pero nunca fueron para decirme ‘su hija intentó suicidarse'». «(Noelia) quería vivir, salir para estar con su hijo de 10 añitos. Desde hace dos años no podía ver a su hijo. Una sola vez le permitieron una videollamada en 2021, yo era su única visita», insistió. Según relató, a Noelia le faltaba un año y 6 meses para recuperar la libertad, ya había cumplido 10 años presa.
La madre señaló que la fallecida estaba a cargo del juez de Ejecución Penal Martín Martínez. «Me cansé de ir a pedir a hablar con él, nunca le conocí la cara», sostuvo. Dijo que Noelia era señalada como «la conflictiva, la de mala conducta» pero «nunca dijeron lo que el personal le hacía (…), mi hija fue muy torturada en el Servicio Penitenciario», aseveró.
«Desde 2015, denuncio abuso de autoridad, lesiones, maltrato, persecuciones, sanciones disciplinarias. Hice más de 60 denuncias al Servicio Penitenciario, jamás me llamó un juez, ni un fiscal», sostuvo la madre. «La sanción era reducirla, dejarla sin ropa en una celda de castigo. Inyectarla todo el tiempo con psicofármacos, ansiolíticos, para doparla, yo lo viví con ella. No podía hacer nada. Fui testigo directo. Era todo el día la persecución. A mí me encerraban antes que a ella para que no la socorra, era reducida, golpeada, agarrada con los palos», relató.
Persecución
La abogada Gabriela Arellano, quien ejercía la defensa de Noelia desde 2019, contó que la joven recibía agresiones tanto de otras internas como del Servicio Penitenciario de la UC4. Dijo que como su defensora notificaba de esta situación al juez de Ejecución y que también la madre realizó denuncias penales, y resaltó que, sin embargo, nunca recibieron respuestas.
Arellano recordó que a Noelia la trasladaron varias veces al penal de Orán y que incluso fue golpeada en un traslado, lo que fue denunciado por la madre, pero «quedó en la nada». Recién este miércoles le notificaron a la abogada del fallecimiento de Noelia.
La abogada dijo que en su momento pidió que Noelia cumpliera prisión domiciliaria, pero le fue denegada. Según afirmó, la joven no tuvo una condena con perspectiva de género y además estando ya en la cárcel, era señalada como una interna con «mala conducta» por el Servicio Penitenciario y recibía muchas sanciones. Por ejemplo, una sanción de 2020 indicaba, «agresión física, resistencia al personal». La letrada sostuvo que a Noelia «la violentaban y ella contestaba con violencia». También explicó que en la UC4 las mujeres tienen un solo teléfono para comunicarse con el exterior y a Noelia le daban 5 minutos para llamar a su madre, «si se demoraba un minuto más, eso le valía una sanción». Indicó que había intolerancia para con la joven que además no tuvo un tratamiento psicológico adecuado.
Teresa señaló varios hechos de violaciones a los derechos humanos de las internas. Dijo que incluso hay una presa castigada por haberle gritado a una autoridad del penal tras la muerte de Noelia. Salta/12 consultó al Comité Provincial de Prevención contra la Tortura, que respondió que aún no puede brindar información.