El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el lunes que el lujoso avión de su predecesor será alquilado de forma privada para ocasiones especiales como bodas y cumpleaños, después de que su administración fracasara en su intento de venderlo durante los últimos tres años.
El mandatario detalló que la aeronave será transferida a «Olmeca Maya Mexica», la empresa encargada de operar varios aeropuertos y su llamado Tren Maya, una línea ferroviaria que está construyendo para conectar los centros turísticos de la península de Yucatán.
«Se está entregando el avión para que puedan rentarlo y que se utilice para que no esté sin volar y que pueda tener ingresos, su renta para pagar sus gastos y mantenimiento», dijo López Obrador en una conferencia de prensa matutina.
La nave se mantendría en un nuevo aeropuerto de Ciudad de México en Santa Lucía, al norte de la capital, que el Gobierno inauguró la semana pasada, añadió el presidente. Los funcionarios no podrán utilizar el avión, subrayó.
Al ponerle una etiqueta con un precio de 130 millones de dólares, López Obrador sostuvo que el Boeing 787 Dreamliner de su antecesor en el cargo, Enrique Peña Nieto (2012-2018), era un símbolo de la corrupción política y la extravagancia.
Pero no encontró un comprador dispuesto a pagar el precio total. En septiembre de 2020 celebró una rifa simbólica del avión, vendiendo boletos por valor de más de 100 millones de dólares.
