El senador por el departamento Güemes, Carlos Rosso, se sumó al debate que vienen impulsando las grandes tabacaleras que producen cigarrillos en caja a raíz de una decisión de la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, que hizo lugar al recurso de apelación interpuesto por la tabacalera Tabes para no pagar los impuestos de venta. El senador informó que ya pidió un jury de enjuiciamiento ante el Consejo de la Magistratura Nacional.
El fallo de los tres jueces que integran el tribunal, Alejandro Castellanos, Mariana Inés Catalano y Guillermo Federico Elías, le permite a la empresa que produce tabaco en hebras para armar cigarrillos, continuar sin pagar el canon dispuesto por ley pero que impacta solo en las etiquetas de cigarrillos armados, y que tras una modificación durante el gobierno de Mauricio Macri, se pretendía se equipare a las demás. Esa alícuota, alegan desde la empresa radicada en Salta, subiría mucho su precio, por lo que dejaría de ser rentable y terminaría por arruinarlos.
Sin embargo, el legislador por Güemes sostuvo que hay convenios internacionales a los que la Argentina como país adhiere, entre ellos destacó el de la Organización Mundial de la Salud, que insta a cobrar un impuesto considerable a determinados productos, entre ellos al cigarrillo, para de esa manera desalentar el consumo en aras de la salud.
Rosso criticó el procedimiento del tribunal al que consideró “llamativo”, y agregó que viene de un departamento netamente tabacalero, en el que los recursos que se recaudan de esos impuestos no llegan sólo a Güemes, “sino a toda la provincia y a la República Argentina”. Y alertó que esa decisión marcó un precedente para que otras empresas hagan lo mismo “cuando la Argentina necesita recaudar». Para luego apuntar contra la Pyme salteña al sostener que “esta empresa considera que no va a pagar los impuestos porque son muchos, entonces el producto lo vende mucho más barato que cualquier otra de la misma línea y presenta los recursos ante la justicia y se los consideran«.
Luego confundió una decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación contra otra empresa de Buenos Aires que había presentado un amparo similar pero que también produce cigarrillos, como Sarandí: «Derecho Constitucional te dice la pirámide jurídica, y en la cúspide esta la Corte Suprema, y ellos dijeron que todas las empresas debían pagar por igual», disparó.
Por último, aseguró que la firma que produce en Salta y tiene un staff de más de 350 operarios, «tiene cientos de millones por saldar con la AFIP”.
La respuesta de Tabes
El gerente de Marketing de Tabes, Javier Gristelli, lamentó las declaraciones del senador “sin que siquiera conozca nuestras instalaciones, la forma de trabajar y la cantidad de empleo genuino que generamos en y para Salta”. Y aseguró que los sorprende que un legislador salteño, habida cuenta de la situación de crisis económica que atraviesa la provincia y el país, “ponga el ojo en esto y en riesgo una pequeña empresa salteña como Tabes”.
“Nosotros seguimos por el camino de la justicia, y que sea ella la que hable”, agregó, y, si bien aclaró que desconoce cuáles son los intereses que se mueven detrás de los dichos de Rosso, se preguntó si no tendrán algún vínculo con las multinacionales productoras tabacaleras que piden que a ellos también se aplique la misma alícuota que para quienes venden etiquetas con cigarrillos ya armados. “Es llamativa una defensa tan férrea de las corporaciones cuando ni siquiera se contactaron con nosotros para ver qué hacemos e interiorizarse con respecto al por qué solicitamos ese amparo”, sostuvo.
Gristelli recordó que la empresa que representa solo realiza tabaco para armar, y que por ley no aporta al FET (Fondo Especial del Tabaco), y por lo tanto tampoco recibe dinero de allí. Y detalló que la discusión está puesta desde que el ex presidente Mauricio Macri modificó la ley de impuesto a la venta de etiquetas de cigarrillos armados, “en la que pretendía que paguemos por nuestro producto lo mismo que paga una etiqueta, lo que llevaría al doble nuestro producto y terminaría más caro que un Marlboro box, por lo tanto sería prácticamente imposible comercializarlo al lado de los monstruos que venden marcas ya más conocidas y cigarrillos armados”.
Para empresas como Tabes “sería imposible pagar esos montos, y también para el consumidor”, por lo que correría riesgo su subsistencia, afirmó, y subrayó que lo que hay por detrás son maniobras de los pulpos económicos del sector para “quedarse con todo y eliminar la competencia, siendo que el nuestro es un producto que tiene menos del 1% de participación en el global de los artículos de fumar”. “No tiene incidencia contra las grandes industrias”, añadió.
El empresario explicó que no se pueden comparar ya que no están en la misma línea, y para eso utilizó algunos ejemplos prácticos, “como que un Fiat doméstico pague lo mismo de impuestos que un Mercedes Benz, o Manaos que la Coca Cola, sería una mirada muy a favor de los monopolios y contra las pequeñas empresas nacionales”.
Pero subrayó que son el único producto salteño de tabaco que llega al consumidor final, debido a que el resto se comercializa entre las grandes tabacaleras y se termina de producir el cigarrillo en otras provincias, “damos todo el valor agregado a un producto de la economía regional que llega a todo el país directamente, sin intermediarios ni otros procesos de producción”.
También aclaró que Tabes paga todos los impuestos que corresponden, están al día con todas las dependencias del Estado tanto provincial como nacional y mantienen a todos sus empleados declarados manera formal ante la AFIP. Y acentuó que no por nada en más de una ocasión los visitaron y felicitaron desde las carteras de Trabajo, y hasta tienen reconocimiento internacional por parte de ONU Mujeres por promover la paridad de género.
Gristelli aprovechó para aclarar que muchas veces se los sindica como productores de cigarrillos de contrabando “pero ninguno de los legisladores nos invitó ni siquiera a dar nuestro punto de vista, somos una empresa de puertas abiertas y pueden venir cuando quieran”, sostuvo.
Insistió asimismo con que seguirán peleando en el ámbito judicial, y consideró que en los medios de comunicación “la batalla está perdida”, porque la correlación de fuerzas es muy desigual “y ellos tienen un bolsillo enorme, mientras nosotros, solo el trabajo cotidiano para subsistir”.
Tabes cuenta hoy con 350 empleados entre permanentes y cíclicos debido a que están en temporada de cosecha y producción. Su fábrica está ubicada en el predio del Parque Industrial de Salta.
Por último, Gristelli también lamentó que nunca fueron incluidos en la Cámara de Tabaco de Salta: “es una lástima, porque siendo parte de la industria no nos convocan a ninguna reunión”, afirmando que desconoce los motivos.