El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que el Gobierno tiene el objetivo de cumplir con las metas fijadas en el plan económico presentado ante el FMI.
Para coordinar expectativas, afirmó que «la credibilidad de un programa es fundamental» y que el Gobierno trabaja para «construir la certeza de que se ha definido un rumbo y se continuará por ese rumbo».
«Queremos mantener las mismas metas diseñadas en el programa original en lo que hace al sendero fiscal, la acumulación de reservas y el financiamiento que el BCRA hace al Tesoro. Hay cuestiones que se van adaptando que son las proyecciones en un contexto internacional, que es de incertidumbre para todo el mundo y que ha convertido a la inflación en el principal problema internacional», aseguró Guzmán en un foro organizado por el Diario de Río Negro, en San Carlos de Bariloche.
El programa con el FMI ha generado una grieta interna en el Frente de Todos (FdT). Varios enigmas sobrevuelan el acuerdo, que ahora empieza a entrar a un terreno más complejo con un tironeo in crescendo entre el triángulo que constituye el FMI, Economía (con el respaldo de Casa Rosada) y el Instituto Patria (y el kirchnerismo) en general.
Los “refuerzos” de ingresos anunciados por Guzmán, en conjunto con el gravamen a la “renta inesperada”, fue un intento de acercamiento a los reclamos del kirchnerismo, que reclaman más firmeza en la recomposición de los ingresos. La paz duro poco y en los últimos días, volvieron las críticas.
La estrategia de Guzmán será aislarse de las internas. “Hoy tenemos circunstancias que desde el punto de vista histórico son excepcionales y la responsabilidad tiene que ser bien elevada y yo me enfoco 100% en cuestiones de la gestión. Mi misión es esa: dedicarme 100% a la gestión y no inmiscuirme en disputas de poder”, dijo.
“Yo me dedico a gestionar políticas en pos de mejorar la vida de nuestra gente, la vida de todas las personas que vivimos en Argentina”, señaló. Quiénes “disputan poder” buscan otra cosa, parece ser el metamensaje.
La legisladora Fernanda Vallejos reaccionó a los conceptos de Guzmán. “La economía es una disputa poder (real). Cada decisión de política (o falta de) define quién se apropia del excedente y cómo se distribuye el poder. Si los salarios pierden, la disputa se está resolviendo en contra de los trabajadores (y a favor de los propietarios del capital)”, dijo en sus redes. “Nadie con responsabilidad de política económica está al margen de las (verdaderas) disputas de poder. Por acción u omisión. Cuando la distribución del poder es desigual (los empresarios tienen más poder que los trabajadores) dejar hacer equivale a jugar para el más fuerte”, añadió.
Hoy, Guzmán participará del Foro Llao Llao, en la misma ciudad, con la participación de algunos de los empresarios más importantes del país, como parte de una serie de encuentros con dirigentes empresariales que comenzaron el miércoles, con un foro de energía organizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y que seguirá la semana que viene, en la tradicional cena de Cippec.
«Tenemos un programa económico como parte de un plan integral que queremos cumplir porque consideramos que es lo que le hace bien a la Argentina. Hay un compromiso del Gobierno con poder seguir en la línea de lo que hemos establecido en la programación macroeconómica y trabajaremos sobre esa base«, afirmó el ministro.
A su vez, sostuvo que el Gobierno está trabajando en dar respuestas a la demandas de la sociedad, motivo por el cual se avanzará con el otorgamiento del refuerzo de ingresos a trabajadores informales y bajos ingresos, ante la aceleración de la inflación, pero que para avanzar de forma más integral a una solución de ese problema es necesario «tranquilizar la economía».
«No alcanza con distribuir, necesitamos también crecer y agregar valor», añadió, en un mensaje con lectura política.
Larreta y Macri apuestan al shock
En el Foro Llao LLao, ayer hablaron Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Y coincidieron el algo: Argentina necesita, según ambos, un shock. Hace tiempo, Macri viene repitiendo que, en caso de tener un “segundo tiempo”, buscará “hacer todo más rápido”. Es una manera de admitir que uno de los errores de su gestión fue haber elegido la inversa: el gradualismo.
Larreta señaló ayer que el próximo presidente deberá poner en marcha el plan económico “desde el minuto uno”, ya que “no va a tener 100 días, sino 100 horas para dar señales claras y contundentes que muestren cuál va a ser su impronta y el rumbo del país”. Según relató el diario La Nación, el jefe de Gobierno indicó que están trabajando en “un plan concreto y detallado” cerca de 100 personas en la Fundación Pensar.
Además, dijo que hay un equipo de más de 30 economistas, liderado por Hernán Lacunza, “delineando con toda la precisión posible los pasos a seguir después del 10 de diciembre”. Entre otros economistas que mencionó Larreta estaban Carlos Melconian, Luciano Laspina, Ricardo López Murphy, Martín Lousteau y Martín Tetaz.
Puso como ejemplo al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. La mención no es casual: varios de los empresarios que lo escuchaban viven en Uruguay. Un rato antes, habló Macri, que viene levantando su perfil y ya no disimula sus ganas de tener una participación más importante en la estrategia electoral de JxC en 2023. Que podría incluir su nombre en la boleta. En línea con Larreta, sugirió que se necesita un shock.
Según uno de los invitados presentes, citó La Nación, Macri indicó que antes de cumplir 90 días de mandato, la próxima gestión debe lograr una reforma laboral, previsional y monetaria. Pero el expresidente aclaró que con eso no alcanza. “Argentina tiene que demostrar que las reformas son aceptadas por los argentinos y que el monstruo no va a volver”, agregó.
Un penal sin arquero
En el evento del diario Río Negro, el economista Carlos Melconian señaló que las chances electorales de JxC son muy altas en 2023. Apeló, como suele hacer, a una metáfora futbolera. “El 2023 es un penal casi sin arquero para la alianza opositora”, dijo Melconian.