Este martes, a las 17 horas, un grupo de feministas harán un abrazo simbólico en el convento San Bernardo. Será en apoyo a las Carmelitas Descalzas, con motivo del escándalo suscitado con el arzobispo, Mario Antonio Cargnello. Cabe recordar que las monjas lo denunciaron por violencia de género.

Hoy, el monseñor debía presentarse ante la Justicia para declarar en la audiencia. Pero a causa de una asamblea plenaria, el Arzobispo no estará en la Provincia. Por esta razón, Cargnello anunció que no estará presente en la audiencia legal.

La jueza de Violencia Familiar y de Género N.º 3, Carolina Cáceres Moreno, determinó que la audiencia sea pospuesta y trasladada para la próxima semana. Durante la misma, se analizarán los delitos de violencia física, psicológica y monetaria, por los que se acusa a Mario Cargnello, el obispo emérito Martín de Elizalde, y el cura colaborador de la Catedral, Lucio Ajalla.

Días atrás, la defensa legal de Cargnello, solicitaba ante la jueza Cáceres Moreno, que el caso fuera analizado y atendido en el fuero eclesiástico, a partir del Concordato con la Santa Sede en 1966. Sin embargo, la jueza desestimó el petitorio al considerar que se encuentra en plena autoridad para hacer valer los derechos constitucionales de las Hermanas Carmelitas Descalzas.

A la polémica, se le sumó la voz del Juez único de Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Salta, Loyola Pinto. El lunes declaró que la congregación Carmelitas Descalzas nunca dio a conocer sus ingresos y egresos como lo deben hacer de forma anual. También indicó que el administrador es el esposo de María Livia Galiano -quien dice recibir mensajes de la Virgen del Cerro-, el contador Carlos Obeid.

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