Sin lugar a dudas, la inflación ha hecho estragos en el país. Lo que antes era una comida típica, ahora se ha convertido prácticamente en un lujo que no todos pueden darse. Con un salario mínimo de $38.000, una salteña publicó consternada el menú de un bar.

Una mujer decidió compartir por redes sociales su asombro. Mientras se disponía a comer en un bar ubicado en plaza 9 de Julio, se encontró con un menú imposible para un “trabajador”. Algunos sándwiches cuestan más de $1.000.

“Mil pesos cualquier sándwich frente a la plaza 9 de Julio de Salta y en un país con salario mínimo de $38 mil”, comentó la salteña mientras adjunta una imágen. En el cartel se puede observar claramente cómo los sandwiches van desde $500 a $1700.

“Un lomito por día: algo así como eso es el poder de compra de un trabajador. En realidad la foto tiene 6 días, probablemente sea menos”, concluyó diciendo por medio de su cuenta de Twitter. La suba en los precios es algo normal en la Argentina. La inflación provoca que los alimentos sean cada vez menos accesibles.

Los ciudadanos se ven obligados a despojarse de ciertos “lujos” y consumir productos a un precio exorbitado, si lo comparamos con épocas atrás. Sin embargo, pueden ser entre todo, consumibles para un trabajador con salario mínimo. 

De cualquier forma, situaciones cómo las que denunció esta salteña no son nada nuevo. Desde Voces Críticas hemos recibido información sobre argentinos que han pagado una fortuna al momento de merendar o almorzar en un bar, abonando una factura de casi $20.000 en algunos casos.

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