Luego de la avanzada de la oposición con la boleta única, el oficialismo tuvo su revancha en la Cámara de Diputados logrando aprobar una serie de proyectos económicos y culturales. Luego de más de 10 horas de sesión que prometían extenderse hasta la madrugada, les diputades aprobaron la ley de Alivio Fiscal para monotributistas y una prórroga para las asignaciones específicas a las industrias culturales. Pese a la escalada de las tensiones entre el oficialismo y la oposición, toda la primera parte de la maratónica sesión estuvo atravesada por intensas negociaciones entre el Frente de Todos con el Interbloque Federal y Juntos por el Cambio de modo de poder avanzar con el mayor consenso posible. En el caso de alivio fiscal, que recibió algunas modificaciones, fue aprobado por unanimidad. Al momento de debatir las asignaciones culturales, sin embargo, la sesión se fue calentando por los gritos y chiflidos de quienes se encontraban en los palcos. Finalmente, la ley se aprobó, pero muches de les legisladores de JxC que iban a votar a favor no terminaron acompañando.
Al cierre de esta edición, estaban garantizados, además, los votos para aprobar una iniciativa con beneficios impositivos para la compra de taxis y la creación de tres parques nacionales, así como también la sanción de dos proyectos vinculados a la soberanía de las Islas Malvinas.
Alivio Fiscal
«Esto es una medida que va a traer alivio a alrededor de 5 millones de compatriotas», comenzó exponiendo Mónica Litza (FdT) en defensa de la iniciativa de Alivio Fiscal –caballito de batalla de Sergio Massa– que adelanta a julio la actualización de los topes máximos de facturación del Monotributo de modo de evitar que les contribuyentes se vean obligados a saltar hacia una categoría mayor si su facturación hubiera crecido en términos nominales por efecto de la inflación. «Los ingresos de los trabajadores van al consumo, no van a offshore. Van a estimular los emprendedores para que puedan seguir invirtiendo, y ponen en movimiento el círculo virtuoso del consumo», resaltó la diputada massista.
«Compartimos el mismo espíritu de mejorar la situación fiscal de los monotributistas y autónomos. Compartimos los principios, pero creemos que el dictamen de mayoría es insuficiente», advirtió Alejandro Cacace (Evolución), el diputado de JxC que, junto a Luciano Laspina, se encargó en resaltar las diferencias que tenían con el dictamen del oficialismo. Estas diferencias llevaron a que, mientras la sesión discurría, se llevaran a cabo diversas conversaciones entre Massa, Leandro Santoro (FdT), Margarita Stolbizer (JxC), Cacace, Laspina, Silvia Lospennato y Alejandro «Topo» Rodríguez (Interbloque Federal) con el objetivo de introducir modificaciones que permitieran arribar a un consenso. Finalmente, como resultado de esas negociaciones, se introdujeron tres cambios: los montos máximos para las cuatro categorías más bajas (A, B, C y D) se actualizarían en un 60 por ciento (el resto seguiría siendo por el índice de movilidad jubilatoria, que fue del 29 por ciento); las categorías A y B estarán exentas del componente impositivo; y un incremento en las deducciones para los autónomos alcanzados por el impuesto a las Ganancias, de modo que que el piso quedara más equitativo con el de les trabajadores en relación de dependencia.
Finalmente, el proyecto se aprobó con 237 votos afirmativos y ningún voto en contra. Sí hubo algunas ausencias, entre las que se encontró la del libertario Javier Milei, un dato que Leandro Santoro no perdió oportunidad en resaltar: «El día que venimos a votar una rebaja los diputados libertarios que se pasaron todo el año diciendo que el Estado tenía que hacer reducción impositiva no vinieron a trabajar. No tengo duda que si hubiéramos votado una ley para reducir salarios estarían presentes», provocó.
La sesión habían arrancado al mediodía, pero no fue hasta pasadas las dos de la tarde que se comenzó a debatir el proyecto. Y esto se debió a que las primeras dos hora de la sesión estuvieron dedicadas a un show de apartamientos de reglamento en los que la oposición aprovechó para criticar al gobierno nacional por el aterrizaje del avión venezolano iraní. «Está demostrada la vinculación de este gobierno con países que tienen poco con la democracia», soltó Mario Negri (UCR), cuando exigió la interpelación del canciller Santiago Cafiero, pedido que replicaron varios diputados de JxC (y que terminó siendo ampliamente rechazado). «No vamos a discutir offs ni lapiceras, nos importa la inseguridad», se sumó Gerardo Milman (PRO), mientras blandía en alto un repelente para mosquitos (marca Off) y una lapicera, para luego cerrar con un confuso: «Mi apellido es Milman, no Nisman».
El encargado en responderles fue el jefe de la bancada oficialista, Germán Martínez, quien acusó a la oposición de montar «un show mediático con el objetivo de desgastar a nuestro gobierno». En un momento, mientras Martínez recordaba que el avión había viajado antes a Paraguay para retirar una carga de un amigo de Mauricio Macri (el ex presidente Horacio Cartes), Fernando Iglesias lo interrumpió a los gritos. Tuvo que intervenir un irritado Sergio Massa para lograr que se callara.
Las industrias culturales
Luego de un largo período pandémico en el que los palcos del Congreso estuvieron semi vacíos, la aprobación del proyecto que prorroga la asignación de recursos a las instituciones e industrias culturales fue festejada con la casa llena. Bajo la mirada de decenas de referentes y trabajadores de la cultura, la Cámara de Diputados le dio media sanción a una iniciativa que extiende hasta el 2072 los fondos destinados a sostener las bibliotecas populares, el cine, la música y el teatro independiente. «Defendemos una cultura pública, abierta, popular, democrática, federal, ambiental. La cultura es el terreno donde se despliegan nuestros sueños, abre horizontes, en la cultura están las herramientas que necesitamos transforma la realidad compleja y difícil del país y el mundo entero», destacó Pablo Carro (FdT), entre los aplausos de les asistentes.
No fue todo puro festejo, sin embargo. Cada vez que le tocaba hablar a algune de les diputades de JxC – que justificaron su oposición argumentando que la prórroga de 50 años era demasiado tiempo – muchas personalidades les terminaban interrumpieron con gritos y chiflidos. «Estamos de acuerdo con la prórroga, ¿cómo no vamos a estar de acuerdo? Pero no vendan gato por liebre. Atrás de las mejores intenciones pueden esconderse pesadas burocracias», sostuvo primero el ex presidente del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi, quien agregó que «50 años es demagogia». «100 años de deuda nos dejaron», le gritaron desde los palcos, desde donde le chiflaron durante gran parte de su discurso. «Él nos vendió gato por libre cuando, en nombre de la lucha contra la burocracia, promovió la cesantía de centenares de trabajadores de la cultura y de la prensa», le recordó Leopoldo Moreau.
El debate se fue calentando, con les legisladores de JxC cada vez más enojados por los gritos de les trabajadores de la cultura. Finalmente, con 132 votos a favor (FdT, Interbloque Federal, la izquierda y Provincias Unidas), 5 en contra y 92 abstenciones, el proyectó logró la aprobación. JxC terminó decidiéndose, en su gran mayoría, por la abstención.