Durante la última sesión, el Concejo Deliberante de la capital de Salta aprobó una ordenanza para hacer frente a la contaminación acústica. Comenzarán a cobrar multas de entre 5 mil y 100 mil pesos en caso de incumplir la reglamentación.
Esta legislación regulará los ruidos y vibraciones provenientes de fuentes fijas y móviles, pero también los que sean emitidos por fuentes transitorias. Además, establecerá los horarios para aplicación y control y las actuaciones municipales.
Los límites en los niveles sonoros deberán determinarse en un lapso de 270 días como máximo. Las multas se establecerán según la infracción y el daño ambiental. Este decreto todavía no está aprobado por el Poder Ejecutivo Municipal y no cuenta con un presupuesto asignado.
El concejal José Gauffin dijo que la idea de esta normativa es «cuidar la salud de los vecinos y hacer un cambio cultural». También contó que la ordenanza prevé acciones para medir el sonido o ruido que reciben los vecinos en el interior de sus casas.
Gauffin dijo que esta medida está en la legislación de muchas ciudades del país. En esos lugares, también se determinaron los niveles máximos de ruido de acuerdo con la banda horaria diurna y nocturna, para proteger el tiempo de descanso de los ciudadanos.
Por ahora, todos los locales bailables o salones de eventos serán controlados por inspectores. Estos contarán con equipos especiales para medir el sonido y, al final de la noche, mediante un programa, conocer si se cumplió la norma o no.
Habrá un plazo de un año para establecer un plan permanente en lo relativo al ruido y vibraciones. Y ese plan deberá revisarse y actualizarse teniendo en cuenta los Estándares de Calidad Acústica (ECAs).