La mayoría de las muertes mencionadas ocurren durante el invierno debido al frío y la necesidad de uso de artefactos que emanan monóxido. Los riesgos se multiplican en los lugares de bajas temperaturas, pero también en aquellos donde los bajos ingresos deslizan a las personas a usar artefactos menos seguros que los recomendados.
“El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico que se disipa rápidamente en los ambientes sin ventilación. Se genera como consecuencia de combustiones deficientes y es imposible percibirlo, ya que es incoloro, inodoro y no irritante, por eso se lo llama ‘silencioso’. Cuando se lo inhala se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales”, explicó Sabrina Baldonedo, médica toxicóloga de la División de Toxicología del Hospital de Clínicas.
Los síntomas que pueden indicar una intoxicación por monóxido de carbono son inespecíficos y variados, es decir, dependen de cada persona. Entre los más comunes, se incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, visión borrosa, cansancio, debilidad, somnolencia, palpitaciones, confusión y hasta pérdida de la conciencia, convulsiones y coma.
Qué hacer frente a un caso de intoxicación
-Abrir puertas y ventanas, así como apagar la fuente emisora de monóxido de carbono
-Llevar a la persona afectada a un lugar abierto y fresco, para que pueda respirar aire limpio
-Llevarla al hospital o al centro asistencial más próximo, aunque hayan recuperado el conocimiento o se sientan bien
Cómo prevenir accidentes
-Instalar y hacer revisar periódicamente los artefactos por un gasista matriculado
-Ventilar los ambientes dejando abierta una ventana o una puerta, al menos unos centímetros.
-Asegurarse que el color de la llama que emite el artefacto a gas sea uniforme y de color azul. Si su tonalidad es anaranjada, indica que funciona en forma defectuosa
-Asegurarse la ventilación permanente de los ambientes a través de rejillas compensadoras reglamentarias
-Verificar que los conductos de ventilación de un artefacto no tengan ningún tipo de angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior. Cualquier tipo de obstrucción —como los nidos de pájaros o roedores— generará que el monóxido de carbono se acumule y vuelva al interior de la vivienda
-No colocar artefactos a gas en baños o dormitorios, salvo que sean de tiro balanceado. Es importante que el calefón no se encuentre en el baño
-Los artefactos de tiro balanceado no deben dirigir sus gases quemados a ambientes cerrados
-No utilizar hornallas y hornos de la cocina para calefaccionar el ambiente
-En caso de usar braseros, estufas a kerosene y salamandras, hay que mantenerlas apagadas durante la noche.
-No utilizar un grupo electrógeno en un lugar sin ventilación.