Luego de la cena entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que se dio el lunes por la noche en la Quinta de Olivos, este martes crecieron los rumores sobre posibles nuevos cambios en el gabinete. Ese sería el reclamo de una parte de la alianza gobernante que, si bien pondera la incorporación al gabinete de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, y la califica como «una funcionaria fruto del acuerdo político en el FDT y respaldada por todos los sectores», considera que sería bueno avanzar con más. Eso, incluso, había sido asegurado por varias terminales del oficialismo antes de que se conozca la designación de Batakis. Hablaban de una posible «reestructuración del gabinete». Desde casa de Gobierno, en tanto, insisten con que «por ahora no habrá más cambios». Sin embargo, el Presidente estuvo todo el día en la Quinta de Olivos evaluando los pasos a seguir. Fernández, comentó a personas de su entorno más próximo, que la cena con CFK fue «tranquila», y aseguró que «estamos ordenando todo».
Más allá de las coincidencias, en la cena también persistieron las diferencias que ambos dirigentes tienen en torno a diversas cuestiones vinculadas a la gestión, y que CFK venía reclamando en reiteradas ocasiones de cara a la sociedad. Algunas de ellas, por ejemplo, fueron el debate en torno al déficit fiscal y también la quita del subsidio a las tarifas que había llevado adelante el exministro, Martín Guzmán.
«Es muy positivo»
«Me parece bien que se junten. No sé bien que pasó ahí, pero estuvieron bastante tiempo juntos y eso sirve. Es necesario que se haga una buena síntesis», dicen algunos integrantes del Frente de Todos que se entusiasman con la reunión entre el Presidente y la Vice, pero que aclaran que no tienen detalles de la conversación. Otros agregan que «no conozco el resultado de anoche, pero en los términos que sea, es bueno que hablen«. Los únicos que saben lo que ocurrió allí son los dos protagonistas. Ese fue el pacto: no contar nada. «Hay una escalada de ansiedad que no ayuda en nada. Se juntan por una urgencia política y tienen derecho a no difundirlo si no quieren», opinaron otros miembros de la alianza.
Tal como contó este diario, el encuentro entre ambos se coordinó y se llevó adelante sin intermediarios. «Es muy positivo que empiecen a manejar las cosas entre ellos», dicen desde sectores más ligados al sindicalismo. También opinan que ahora CFK quedará más comprometida con el futuro del gobierno. «Ya no puede seguir en una posición donde era una especie de fiscal o auditora externa. Esto la involucra más y eso es bueno», dicen. Por otra parte, desde esos espacios opinan que «el 85 por ciento de lo que había que cambiar se cambió y eso hace que ahora estemos en mejores condiciones».
«La salida de Guzmán era necesaria»
El cambio de Guzmán, resaltan, era necesario. Desde ya que consideran que «la manera en que se fue nos hizo daño, tanto a Alberto como a todo el FDT, pero forma parte de las torpezas políticas de alguien que no tenía ningún antecedente político». Además, consideran que «si hubiésemos seguido algunos meses más con Guzmán esperando que obtuviera algún resultado no hubiésemos tenido tiempo de reacción. Transitamos una situación muy difícil, con una pérdida de confianza de mucha gente, pero hay una oportunidad«. En esa línea, creen que fueron «claves» las salidas tanto de Matías Kulfas como de Guzmán del gabinete y ponderan que hayan sido reemplazados por dos personas con «suficiente espalda política y experiencia, que le agregan volumen político al gobierno».
El día después de la reunión con CFK el Presidente decidió recluirse todo el día en la Quinta de Olivos. Tenía planificada una actividad a las 12 del mediodía en la localidad de Loma Verde, junto al ministro de Ambiente, Juan Cabandié, para recorrer el Parque Solar Municipal de Escobar, pero definió cancelarla. Lo que sí hizo fue recibir por la tarde a la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, y al senador nacional por esa provincia, Alberto Weretilneck.
«Reivindicamos que es una buena economista y también una buena compañera. Es la otra cara de Guzmán», dicen fuentes legislativas del oficialismo sobre Batakis. Desde sectores que se identifican con la vicepresidenta, en tanto, añaden que «ella tiene más que ver con nuestro pensamiento y la virtud más grande que tiene es que representa una salida política del Frente de Todos. Es una funcionaria que es fruto del acuerdo político y que es respaldada por todo el frente«. «No fue una decisión personal de nadie. Salieron los gobernadores y diputados a apoyarla, eso es muy importante», resaltan.
El menú que surge de la cena
Además, consideran que la designación de Batakis responde a una «búsqueda de fortalecimiento político del FDT». También recuerdan que en su acto de asunción en el Salón Blanco el lunes hubo representantes de todas las tribus oficialistas y dicen que eso no fue al azar. Fue un mensaje de CFK antes de cenar con el mandatario en Olivos, donde arribó cerca de las nueve de la noche, por el ingreso de Avenida Libertador.
CFK, según cuentan dirigentes que tienen trato cotidiano con la expresidenta, «tiene claro que los grupos dominantes vienen por la eliminación del peronismo», y es consciente del riesgo que corre su espacio en las elecciones del año que viene. «Ella quiere fortalecer el gobierno para cumplir con el contrato electoral de 2019. Lo hace discursivamente, simbólicamente, prácticamente y desde la gestión política», explican.
Una de las discusiones que vienen lanzando desde el sector que ella representa es la posible implementación del Salario Básico Universal. Este martes los diputados del Frente de Todos se mostraron en el recinto con carteles que decían Salario Básico Universal ¡Ya!. Ese, seguramente, fue uno de los tantos temas que hubo en el menú de la cena entre el Presidente y la Vice.
Otro de los platos fuertes seguramente fueron los posibles cambios de gabinete, pero para eso habrá que esperar a ver qué definición toma Fernández y, en caso de decidir avanzar, en qué áreas serían las modificaciones. Si, por ejemplo, habrá cambios en áreas centrales como la Jefatura de Gabinete, a cargo de Juan Manzur, o el ministerio de Trabajo, que ocupa Claudio Moroni, o en otras más secundarias.