“Toda mi vida, desde el primer momento, dije que era una profanación la de los Niños”. La declaración es de Miguel Siarez, cacique de la comunidad Kollas Unidos de San Antonio de los Cobres, pueblo cabecera deldepartamento Los Andes, en la Puna salteña, al referirse a la extracción de dos niños y una niña del Volcán de Llullaillaco, en una expedición liderada por referentes de la National Georgafic en 1999.
El Volcán fue declarado «Sitio Sagrado» por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), lo cual abre la posibilidad de gestionar la restitución del patrimonio a su origen y ya plantó un debate en torno a esta situación. Y es que los «Niños», que fueron desenterrados del Volcán tras más de 500 años de estar allí, son actualmente expuestos en el Museo de Antropología de Alta Montaña (MAAM).
La consulta a Siarez se hizo luego de que el director del MAAM, Mario Bernaski, dijera a Salta/12 que hacía «un par de meses» Siarez había realizado una «ceremonia de armonización acá en el MAAM y declararon santuario al lugar donde se encuentran» los Niños.
«El día del Indio Americano, que es el 19 de abril, hicimos una ‘acovachada’, una ceremonia ante la guerra entre Rusia y Ucrania para pedir a nuestros Niños por la paz», contó Siarez. Sin embargo, afirmó que siempre que realiza las intervenciones en el MAAM, aclara que su postura sigue siendo igual. «Ahora hay una presentación para la restitución y la vamos a acompañar», afirmó.
«Tienen que volver al vientre de la Pachamama»
Siarez recordó que en el marco de una conferencia que se realizaba en el MAAM por la inauguración oficial (en 2004), se manifestó en fuera del edificio contra la exposición de los Niños. Pero apenas inició la protesta de manera pacífica, fue detenido por la Policía en la garita que se encuentra en el subsuelo del Centro Cultural América en Mitre 21 (en la misma cuadra en donde se ubica el MAAM enfrente de la plaza 9 de Julio).
Su pareja, Teófila Urbano, fue a buscarlo y lo escuchó cuando le decía que estaba bien, aunque encerrado. Desde ese momento, a Urbano tampoco la dejaron salir de la garita policial. Ella comunicó a uno de los periodistas que pasó por el lugar y relató que un grupo de trabajadoras y trabajadores de prensa intervino ante las fuerzas de seguridad para liberar a Siarez. En aquel momento la Policía no especificó los motivos de la detención, como surge de una publicación de Nuevo Diario de Salta que Siarez aún conserva. El cacique contó que entonces quiso hablar con quien era el gobernador de la provincia, el actual senador nacional Juan Carlos Romero, pero cuando llegó al MAAM el mandatario ya se había retirado.
«Los Niños tienen que volver al vientre de la Pachamama», ratificó Siarez, quien sostuvo que la información de la presencia en el Volcán habría sido «vendida» por un poblador de la zona a los expedicionarios. Y recordó en este sentido que «desde siempre nuestros abuelos contaban sobre el Santuario y decían que las huacas (lugares sagrados o de enterramientos) no se tocan. Que los santuarios son sagrados».
Entendió que esto fue lo que llevó a los expedicionarios al pie del Volcán y a la extracción de los Niños «por eso yo a (uno de los expedicionarios de aquella extracción, el hoy arqueólogo Christian) Vitry le decía que era un saqueador. Y sigo pensando lo mismo».
En el entendimiento de Siarez, los Niños deben ser restituidos y debe disponerse una custodia «al pie del Volcán» para evitar otra sustracción. El cacique sostuvo que el pedido de restitución debe seguir adelante pero «mediante el consenso de todas las comunidades para que sea para nuestro bien» y que el Estado «entienda que este es un lugar espiritual de nuestra cultura y nuestra identidad». Pues sostuvo que la extracción implicó «el dolor más grande» dado que sintieron que «saquearon a nuestros abuelos».