Este martes, la Catedral Basílica amaneció vallada y rodeada de efectivos policiales, generando desconcierto entre los turistas y uno que otro salteño. Resulta que las autoridades habían tomado la decisión de proteger las inmediaciones ante una manifestación en reclamo por la prisión domiciliaria concedida al ex obispo Gustavo Zanchetta.
Días atrás, Tribunales aprobaba el petitorio de la defensa del ex obispo para salir de la Unidad Penitenciaria 3 de Orán, y cumplir su condena por abuso sexual en el Monasterio Nuestra Señora del Valle. Sin embargo, esta medida desató la furia del público.
Opositores se reunieron frente a la Iglesia de Salta para exigir “que se anule el fallo que habilita la domiciliaria al ex obispo Gustavo Zachetta”. Así lo manifestaba Paula Bautista, vocera de la marcha, en diálogo con FM Profesional.
Afirmó que es “injusto” que Gustavo Zanchetta pague por sus delitos en una casa creada para sacerdotes jubilados. Por no decir que el Monasterio cuenta con la presencia de monjas y niños que asisten a la escuela. Representa un peligro que las autoridades no están contemplando.
En este sentido denuncia una falta de “apoyo de la Iglesia de Orán”. No solo frente a la decisión tomada, sino también por el poco apoyo concedido desde el primer momento a las víctimas de abuso. Alegó que las mujeres fueron “perseguidas” y recibieron “maltrato psicológico”.
“Los sobrevivientes de abuso se tuvieron que escapar del Monasterio para poder hacer las denuncias, porque dentro de la iglesia no tenían ninguna contención”, detalló Bautista. Cabe destacar, que Gustavo Zanchetta está acusado por el delito de abuso sexual cometido hacia dos ex seminaristas.
Fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión, las cuales ahora deberá cumplir de forma domiciliaria ante un estado grave de salud. La defensa del condenado luchó por mucho tiempo para conseguir el fallo a su favor, alegando que padece de problemas de hipertensión y en los riñones.
