Si bien Javier Milei parece, por lo menos transitoriamente, haber perdido su estrella con una cierta caida en las encuestas, todavía hay sectores de Juntos por el Cambio que mantienen puentes tendidos con el dirigente de Avanza Libertad. Es el caso del auditor general Miguel Angel Pichetto, que mantiene contactos con la segunda de Milei, Victoria Villaruel, entre otros dirigentes. No es que haya una alianza inminente, más bien parece el intento de mantener los puentes tendidos por si Milei en algún momento repunta en el escenario electoral. El dirigente, mientras tanto, sigue expresando con desparpajo sus preferencias dentro de Juntos por el Cambio: mientras admitió que le daría un lugar en una eventual presidencia suya tanto a Mauricio Macri como a Patricia Bullrich, aseguró que a Horacio Rodríguez Larreta lo enviaría «de embajador al sol».
La discusión sobre Milei se apagó en Juntos por el Cambio a medida que se registró una caída del dirigente en las encuestas, pero quedan las brazas, que podrían volver a encenderse en cualquier momento de vuelta si el dirigente repunta. Mientras tanto, en el círculo de Macri están quienes se encargan de mantener la relación con el líder de Avanza Libertad. Uno de ellos es Pichetto que viene recibiendo en su despacho a todo emisario de Milei que aparezca. Y también a alguno que otro que está evaluando en qué espacio se queda.
El último encuentro registrado entre Pichetto y Milei fue en diciembre del año pasado. Está claro que Pichetto se identifica con muchos de los planteos económicos de Milei y que el dirigente de Libertad Avanza probablemente coincida con buena parte de los pensamientos de Pichetto sobre migrantes, piqueteros y demás sectores a los que desprecia.
Pero ahora los contactos pasan por la diputada Villaruel, reconocida negacionista. Hace algunas semanas, cuando ella asumió como presidenta del Partido Demócrata bonaerense, Pichetto le mandó un saludo con uno de sus secretarios. Ella le había retribudio la cortesía asistiendo a la presentación del libro de Pichetto Capitalismo o pobrismo. Se sentó junto al exSIDE Miguel Angel Toma, que trabaja con Pichetto y que por estos días agita la bandera de adelantar las elecciones.
Milei y Pichetto tienen otro vaso comunicante en los descendientes de Carlos Saúl Menem que siguen en política. Pichetto reclutó a Adrián Menem y a Eduardo Menem, pero Milei tiene a Martín Menem. No se puede negar que Pichetto está dispuestos a aceptar a cualquier sector del peronismo que se le sume, ya venga del duhaldismo o del menemismo profundo.
Directo al sol
Milei, en tanto, no parece haber registrado la disminución de sus chances electorales (la realidad, después de todo es volatil). Así que sigue hablando como si mañana fuera a asumir la presidencia. Esto lo llevó a decir que Macri podría estar en su gabinete, con algún cargo honorífico. Incluso dio detalles, cuando le preguntaron, y dijo que el expresidente «podría tener un rol importante trabajando en conjunto en la Cancillería». Pero se apresuró a aclarar: «No canciller, sino un puesto honorífico que represente a los argentinos. Eso que hizo bien en su Gobierno, cómo se organizó el G20 y cómo se vinculó con el mundo. Que represente a la Argentina». Ideas de Milei.
Si a Macri lo piensa para algún puesto de representación diplomática alejado de la gestión, en cambio Milei dejó en claro que a Patricia Bullrich le tendería la alfombra roja si decidiera pasarse a su espacio. Sobre la presidenta del PRO –quien tuvo gestos hasta de afecto en público con Milei–, dijo: «Si Bullrich quisiera venir a mi espacio, está bien recibida. Hasta podría ser jefa de Gabinete. Es la única que no me mintió en toda la política». Una llegada por la puerta grande es lo que Milei le promete.
No tuvo la misma deferencia hacia el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a quien había fustigado hace no tanto porque aparecía en los registros del sistema de reconocimiento facial (que, se supone, solo se usa en las cámaras de la ciudad para buscar prófugos). En este caso, cuando le preguntaron si para Larreta también habría algún cargo en su gobierno, la respuesta fue: «Lo mandaría de embajador al Sol». Un viaje caliente.
Milei no se detuvo ahí. Dijo que Larreta es el equivalente en la política de «Harry el sucio». Sostuvo que es «el tipo más siniestro de la política argentina porque persigue opositores». «Es un comprador hostil, separa las cosas entre lo que ya compró y lo que va a comprar y el problema conmigo es que soy insobornable», se autodefinió Milei.