A casi tres meses de que Daniel Hoyos asumiera como Rector, las noticias dan cuenta del preocupante futuro de la carrera de Medicina en lo que respecta a que la UNSa se haga cargo de los gastos del dictado; algo que docentes, trabajadores y estudiantes reclaman hace ya un tiempo. Ayer el Secretario General de ADIUNSa, Diego Maita, relató en el programa CUARTO OSCURO (FM La Cuerda 104.5) que la anterior gestión practicó análisis de factibilidad livianos que priorizaban los impactos mediáticos; pero remarcó que a la actual gestión parece faltarle voluntad política y laboral para mejorar esa situación.
Resaltó también la precaria situación de los “trabajadores administrativos de la carrera, que tiene miles de estudiantes y casi un centenar de docentes”: tres personas contratadas con monotributo que ganan en el orden de los 30 mil pesos por seis u ocho horas al día y sobre quienes recae todo el peso administrativo. Luego agregó que los docentes que dictan las materias de esa carrera están dispuestos a dejar de dar clases en solidaridad con los administrativos precarizados que ganan por debajo del salario mínimo.
Conviene recordar que Daniel Hoyos logró ser el nuevo rector de la UNSa con la expectativa de derrotar a la casta universitaria que permitía, entre otras cosas, que la máxima autoridad de la casa de estudios cobrara más que el gobernador de Salta y muy por encima de lo que gana la mayoría de los trabajadores universitarios. Hoyos no sólo no se bajó el sueldo de más de 600 mil pesos aprobado por su antecesor, algo que había prometido en campaña, sino que ahora se enfrenta a otra situación que muestra la desigualdad dentro de la universidad: la contratación de casi 200 personas para fortalecer su gestión.
Lo indica una resolución oficial con fecha del 9 de junio en la que puede leerse que Hoyos aprobó la contratación de 193 personas con sueldos que van de los 23 mil a los 100 mil pesos para trabajar dentro de la órbita del rectorado de la UNSa. La resolución mantiene la precarización laboral al precisar que los contratados están bajo el “sistema de locación de servicios y en condición de autónomos”. Bajo las funciones de gestión, administración, protocolo, higiene y seguridad, maestranza, programación y otras los contratados suman 193; el periodo es de tres meses; los sueldos son casi siempre superiores a los de las administrativas que trabajan en Medicina; y según distintas fuentes, entre los contratados se incluyen a personas que se involucraron en la campaña electoral del propio Daniel Hoyos.
El anexo de la resolución consta de seis carillas y el análisis de la primera da cuenta de los montos involucrados: dos personas cobran $23.400; dos $31.700; dos $33.800; seis poco más de $35.000; tres $36.600; una $38.400; cuatro $39.500; una $40.500; dos $41.400; una $42.200; una $47.600; una $49.400; una $60.000; tres $75.000; y una persona que hace comunicación institucional está en el podio con un ingreso de 100 mil pesos.
Solo esa primera planilla supone un gasto mensual de $1.287.800, que multiplicada por los tres meses de contrato suman $3.863.400. Si a ese monto lo multiplicamos por el resto de las planillas la suma asciende a $23.180.400. Una cifra que a decir verdad parece un vuelto para un presupuesto universitario, pero que bien podría alcanzar al menos para darle condiciones dignas a las trabajadoras administrativas de la carrera de Medicina.
Dicen los defensores de la gestión Hoyos que esa es la intención, pero que siempre se encuentran con la negativa de los remanentes del “clarismo” para ir en esa dirección. El argumento del “queremos pero no podemos” ha dejado de funcionar entre los observadores imparciales que sospechan lo siguiente: “Que los funcionarios de Daniel Hoyos tienen tan pocas ganas de avanzar en lo que prometieron que la negativa de la oposición son bienvenidas en silencio”.