No son horas de andar tirando billetes por las ventanillas, pero a veces los gastos llegan en momentos inoportunos. Por ejemplo, durante esta crisis económica de inflación constante que no permite mantener cierta previsibilidad. Aún así, algunos taxistas salteños se ven obligados a desembolsar para renovar sus vehículos. Y eso significa un costo altísimo que ninguno está en condiciones de afrontar.

Así lo aseguró el titular de la Asociación de Taximetristas de Salta, Gerardo Vaso, quien señaló que a pesar de los altos costos, los taxistas no reciben ningún tipo de ayuda.

En FM Profesional, Vaso aseguró que renovar un auto cuesta, por lo menos, 3 millones de pesos. Sostuvo que incluso el vehículo más básico exige un gasto de esa magnitud, por lo que ningún trabajador está en condiciones de poder afrontar ese gasto.

Al titular le parece que sería bueno que los taxistas reciban planes o créditos blandos, sin embargo no reciben ni siquiera para cambiar las cubiertas.

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