El gobierno del Frente de Todos tuvo dos fotos importantes este miércoles: la que mostró juntos al presidente, Alberto Fernández, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y al ministro de Economía, Sergio Massa, en la localidad de Salliqueló; y la foto del gabinete nacional con su nueva conformación, tras la última reestructuración y el ingreso de Massa. El tigrense fue, nuevamente, uno de los protagonistas de la jornada. Sin embargo, por más que la relación entre Massa y el Presidente es buena y desde Balcarce 50 remarcan que ambos siempre trabajaron y trabajan «en tándem», Fernández no quiere perder protagonismo en la gestión y por eso se sumó a último momento a la reunión de gabinete, quitándole centralidad al nuevo ministro. Más allá de tener un ojo en Casa Rosada, Fernández también se concentra en el plano internacional, en su rol de presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El gabinete
La reunión de gabinete duró poco más de una hora y además de ser la primera de Massa, fue la primera de la secretaria de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Mercedes Marcó del Pont. Otra presencia novedosa fue la del interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, que no suele participar de esos encuentros.
Durante la reunión, Massa hizo un detalle de las medidas que está implementando desde su cartera y, al igual que lo había hecho la exministra Silvina Batakis en la única reunión de gabinete de la que participó, les planteó a sus pares la preocupación por la salida de dólares que implican las importaciones de energía durante estos meses de invierno. Massa, sin embargo, ya se había reunido con los distintos ministros durante la semana para hablar de los gastos de cada cartera.
Pasados 40 minutos de reunión, entró al salón Eva Perón el Presidente. No estaba previsto que lo hiciera. Desde la Jefatura de Gabinete incluso habían dicho que sería rara su presencia porque «nunca participa de esas reuniones». Fernández, sin embargo, ingresó y se sentó entre el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, desplazando a Massa que quedó a un costado en las fotos. Más allá de eso, en su discurso el mandatario respaldó las medidas del flamante ministro y pidió a los titulares de las carteras «que trabajen en la unidad».
La CELAC
El Presidente, por más que no saca los ojos de lo que sucede en Casa Rosada, también tiene la mira puesta en el plano internacional, un ámbito en el que siempre se sintió cómodo. En esa línea, desde la CELAC –organismo del que Argentina tiene la presidencia pro témpore–, con colaboración de la CAF, están organizando para la semana que viene un «seminario internacional» en el Centro Cultural Kirchner, del que participarán los expresidentes de Uruguay José «Pepe» Mujica; de España José Luis Zapatero; de Colombia Ernesto Samper y también se sumarán de forma virtual Lula Da Silva, de Brasil; Andrés López Obrador, actual presidente de México, y Mía Mottley, primera ministra de Barbados. Otro de los invitados, pero que aún no confirmó su asistencia, es el flamante presidente de Colombia, Gustavo Petro.
En el plano internacional, Fernández también tiene pendiente la bilateral con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que iba a ser a fines de julio, pero fue suspendida porque el estadounidense se contagió el covid. Desde Cancillería explicaron a este diario que esa reunión aún no tiene fecha, pero que nunca fue cancelada. En diálogo con Página/12, Gustavo Martínez Pandiani, subsecretario de Asuntos de América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores, indicó que el 19 de septiembre, en el marco de la Asamblea General de la ONU, el Presidente aprovechará el viaje para compartir un panel con los premios Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchú y Juan Manuel Santos. También adelantaron que el 27 de octubre se realizará de manera presencial en Buenos Aires la primera reunión de cancilleres de la CELAC y de la Unión Europea.
Desde Cancillería comentaron que Fernández «cree que la CELAC tendría que tener mayor peso institucional y mecanismos que la hagan más efectiva«. En esa línea, descartan que la idea del gobierno sea que la CELAC compita con la OEA porque, subrayan «tienen otros objetivos». «La idea es tener un espacio propio que tenga más músculo y hay un buen contexto regional de mucho consenso para lograrlo», explican.
Otro de los objetivos de Fernández durante su presidencia en la CELAC es poder modificar las formas de elección para que la rotación de la presidencia pro témpore sea más equitativa y que el país que la vaya a tener lo sepa con anticipación. Si eso se llega a lograr –solo sería posible con el consenso total de los 32 países que la conforman– también existe la posibilidad de que Fernández pueda seguir otro año al frente del organismo, tal como ocurrió con México durante la pandemia. “Eso lo va a definir el pleno en enero. Argentina va a acatar la decisión que se tome”, dijo Martínez Pandiani. La Cancillería también propondrá que la CELAC tenga un secretario general y un sistema de consenso para tomar decisiones, que hoy se toman por unanimidad.
Desde el Palacio San Martín resaltaron que “todos los países que conforman la CELAC son democráticos», y agregaron que «es democrático aceptar todos los sistemas de gobierno. No hay aquí una mirada ideológica, sino unidad en la diversidad”. En esa línea, destacaron que Brasil actualmente está por fuera de la CELAC por decisión del gobierno de Jair Bolsonaro, pero que “siempre está invitado a participar».