Sol Gómez acompañó a su padre, conocido por todos como Piñón Fijo, en muchas giras en nuestro país. También se sumó su hermano, Jeremías y durante mucho tiempo toda la familia se dedicó al rubro del circo y la animación infantil. Sin embargo, desde que estalló el conflicto que mantiene a Fabián Alberto Fómez distanciado de sus hijos, todos los protagonistas expresaron su punto de vista en sus respectivas redes sociales. En las últimas horas llamó la atención un particular detalle en el sitio web oficial de quien hasta ahora había adoptado el apodo de Solcito Fijo.
En la plataforma virtual se aprecia como nombre artístico “Soy Solcito”, en vez del anterior y aunque mantiene el original en su usuario de Instagram y su canal de YouTube, la decisión de despojarse del alter ego que la unía al famoso artista, parece un símbolo del legado roto. Tal como contó en el texto que publicó en su perfil, hace cinco años eligió independizarse de los espectáculos de su padre y hacer su camino propio. Con más razón, el comienzo de su experiencia personal podría implicar dejar atrás el pseudónimo que la asocia directamente a ser la hija de Piñón.
Cabe recordar que Gómez había publicado un particular mensaje dando a entender que sus hijos le prohibían el contacto con sus nietos y esto desembocó en que Sol y Jeremías salieran a desmentirlo, e incluso acusarlo de maltratador. En este contexto, comenzaron los problemas laborales, y ya se canceló uno de los shows que tenía previsto dar en Mendoza, con motivo del Día de la Niñez. Por este motivo, es que decidió utilizar sus redes sociales para emitir un comunicado. “Hola gente, habla Fabián Gómez, la persona que interpreta a Piñón Fijo. Demás está decir que fueron días difíciles estos últimos, no solo por mí sino por los que amo, quiero y que pagan las consecuencias por mis acciones”, expresó en el comienzo.
Y continuó: “Como bien me dijeron muchas personas, en todas las familias hay discusiones, desencuentros, búsquedas, reencuentros, y nosotros no somos la excepción, en la nuestra también pasan esas cosas. Yo debo reconocer que soy enfático a la hora de defender mis posturas. Cuando estoy convencido de algo no ahorro energías a la hora de pelear por lo que creo justo, y muchas veces objetivamente quizás no siempre lo sea”.
“Hace unos días, antes de dormir, mi teléfono me recordó una foto y me tomó con las defensas bajas. El cerebro ordenó, mi dedo obedeció y mi corazón hizo también lo suyo. Como dije hace poco en una nota, si pudiera rebobinar la escena y no realizarla, lo haría”, reflexionó. “Sé que es difícil de creer, pero nunca pensé que este posteo tomara tanta dimensión y que generara tanto dolor en mis hijos particularmente. Me arrepiento y pido disculpas por eso. También tendré que aprender que muchas veces lo que uno lee como enfático del otro lado se recibe como maltrato o humillación. Y si del otro lado hay un ser amado, es mucho más grave”, continuó.
En ese sentido, señaló: “Corren tiempos nuevos en la sociedad, los que celebro. Por eso, la misma capacidad que reconozco para aprender sobre cosas que me apasionan como el nuevo arte y las nuevas tecnologías, también la pondré al servicio de las nuevas formas evolucionadas de relacionarlos entre los seres humanos. Está bueno hacerlo de la mano de los jóvenes, en mi caso, mis hijos”.
Además, se dirigió a su público: “Les quiero pedir disculpas por haber ocupado tanto espacio en estos días, y me avergüenzo. A los que nos abrazaron soñando en que recuperemos la armonía y la calma, les decimos que no fue en vano, los escuchamos y atendimos, y aquí estamos tratando de seguir sus valiosas directivas”. Por último, se refirió a sus dos hijos: “Y por sobre todas las cosas a mis hijos, que sé por lo que pasaron estos días y por lo que están pasando todavía, mi compromiso de colaborar para que recuperen su tranquilidad y sigan ese camino que vienen forjando con dignidad y respeto y de la manera que lo vienen haciendo, que me enorgullece”.