Desde la designación de Sergio Massa en Economía, y tras rechazar las medidas que el nuevo ministro planteó en los primeros días de gestión, los legisladores que integran Patria Grande están considerando redefinir la alianza con el Frente de Todos. La decisión la tomarán en un congreso partidario, el próximo 3 de septiembre.
«Si faltan los últimos, no estamos todos», fue el mensaje que difundió el Frente Patria Grande en sus redes la semana pasada. Al día siguiente, algunos de sus exponentes participaron de la marcha organizada por la CGT y la CTA de los Trabajadores contra los formadores de precios, pero también para demostrar el clima de tensión social frente a políticas oficiales que no conforman a todo el FdT. La diputada nacional Natalia Zaracho lo sintetizó así: «Tenemos que ser fuertes con los fuertes y no con los débiles».
Las declaraciones de Zaracho se enmarcan en el contexto general de preocupación que los integrantes de Patria Grande vienen demostrando respecto de los primeros anuncios de Sergio Massa: «Les siguen tirando gestos a los mismos», sostuvo. Además, consideró que «tenemos que cumplir el contrato electoral del 2019 que nos hizo ser Gobierno», que los compromete, advirtió, a «empezar por los últimos de la fila».
La dirigente cartonera conforma, junto a Itai Hagman y Federico Fagioli, el tridente que Patria Grande aporta al oficialismo en la Cámara baja. Actualmente, el FdT necesita 12 diputados adicionales para conseguir el quórum de 129 votos que requiere la aprobación de cualquier ley. Si bien estarían considerando la opción de conformar bloques separados dentro de un interbloque, y generar así mayor autonomía respecto de las decisiones del frente, la ruptura quedaría plasmada en las leyes que necesita Massa para llevar adelante su plan económico.
Hagman señaló que el consenso parlamentario «no es la única forma de que salgan las cosas» y cuestionó la posición del Ejecutivo ante la falta de medidas para los sectores más golpeados por la situación socioeconómica: «Hace falta voluntad política». El economista consideró que «estamos en un escalón por debajo» de la crisis que dejó el macrismo y destacó que es necesaria una estabilización de la economía, pero «no a costa de los ingresos de la gente».
Además de los tres escaños en el Congreso Nacional, Patria Grande está representado por la legisladora porteña Ofelia Fernández y la diputada bonaerense Lucía Klug. Fernández dijo que «a las peleas hay que darlas a tiempo». Y fue contundente en el mensaje hacia el gobierno nacional: «Si van a seguir esperando, no sé qué sentido tiene seguir en los bloques».
El 3 de septiembre será el congreso partidario donde se resolverá qué camino tomarán sus dirigentes. Hasta entonces, el futuro de la alianza con el Frente de Todos es una incógnita que se dilata. El principal reclamo del espacio es la implementación de un salario universal o, como sostuvo Grabois en los últimos días, alguna variante que sirva para paliar la crisis y que «si no hay para que salgamos de la pobreza, por lo menos que no haya indigentes». Los próximos días podrían ser claves, ya que a fin de mes comenzará a tratarse la ley del Fomento al Desarrollo Agroindustrial, una iniciativa que apunta a generar un mayor ingreso de divisas a partir de la industrialización del sector agropecuario. Los diputados disconformes ya adelantaron que evaluarán su voto para no «favorecer solo a un sector».