Sorprendió la performance de los activos locales en estos dos últimos días en medio de la llegada de Gabriel Rubinstein al Ministerio de Economía y el pedido de presión para Cristina Fernández de Kirchner por la causa denominada «Vialidad». Los bonos y las acciones, a contramano de Wall Street, lograron repuntar con fuerza y se empezó a hablar de un escenario «post Cristina» que envalentona las apuestas de alto riesgo.
«Si bien todavía no es claro el escenario, se la ve (a Cristina) acorralada y eso es positivo para los activos argentinos. Siempre y cuando no haya una situación de inestabilidad política y social, que también podría ser un trade favorable por el cambio de régimen político, pero con una situación incierta por la inestabilidad», comentaron desde un banco de Wall Street, que siguieron el discurso de la vicepresidenta.
Los papeles de YPF en Nueva York, que representan 100% el riesgo argentino, ganaron 8,8% y la compañía acumula una suba de mayor al 75% en el último mes. Los bancos, otros que tienen mucho riesgo local por estar empapelados de Leliq, subieron más del 3% (por caso Galicia que acumula un alza del 45% en menos de un mes).
Por su parte, los bonos soberanos en dólares operaron con ascensos y cerraron la rueda por encima del 3% en el exterior. Los más destacados fueron GD46, AL35 y GD30. Las tasas de retorno de los títulos más cortos continúan situadas por arriba del 40%, y si bien los precios continúan alcistas, por el momento el mercado está lejos de recuperar la confianza en la deuda argentina en moneda extranjera.
Delphos Investment detectó una reacción positiva de los bonos «hard dollar» que tendría como base «algunas órdenes de compra gatilladas bajo el supuesto de que una condena a CFK podría sacarla de una eventual carrera presidencial y forzarla a competir por la senaduría por la provincia de Buenos Aires».
«Creemos que se tratan de reacciones basadas en simplificaciones que no toman en cuenta el complejo escenario político actual. Una condena judicial con enormes repercusiones políticas incrementa aún más el riesgo, en un entorno económico, financiero, monetario y cambiario ya por demás complejo», señala la consultora.
En la misma línea de escepticismo, quizás también previendo corta vida al trade «post Cristina», estuvo Diego Ferro, presidente de M2M Capital Management en Nueva York. «Dado lo frágil que está la Argentina, el mercado le dio un mínimo de confianza a Massa. Y pasaron semanas y no hizo un anuncio contundente. Esto de CFK genera más ruido, por algo los precios de los activos están dónde están. Puede saltar por cualquier lado. Creo que le da pausa a los que querían comprar por el tema de Massa», señaló.
Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners en Nueva York, afirmó que el pedido de Cristina del martes «intenta alterar el orden institucional del país, por consiguiente es muy grave». «El efecto sobre los mercados es negativo pero no será muy grave a menos que tengamos hechos de violencia. Muy difícil de predecir lo que puede pasar», agregó.
Para el financista argentino, a nivel macroeconómico el país está en una estabilidad inestable de corto plazo la cual podría cambiar rápidamente y como tal porque «Cristina está jugando con fuego». «Ella seguramente prefiere dejar en llamas el país a cambio de su impunidad. Los mercados parecen tomar la situación con una tranquilidad que me preocupa», sostuvo.
¿Y el efecto Rubinstein? Algunos creen que la llegada del economista como vice ministro también juega para explicar algunas órdenes de compra en activos locales. Pero, las últimas novedades con respecto a poner más cepo a las importaciones no estarían convenciendo, sino todo lo contrario.
“Las miras vuelven a estar puestas en aumentar el control sobre la economía, específicamente sobre las importaciones. El gobierno toma nota de que tiene un problema con la acumulación de dólares, pero el tiempo sigue pasando y su enfoque sigue siendo restrictivo, cuando esta receta ha llevado a niveles de brecha en máximos históricos”, dice el banco CMF en referencia al repunte de los dólares financieros como el blue que llegó a $297 y el CCL que se llegó a disparar a $317.
“Se esperaba que Rubinstein sume esa cuota de raciocinio, pero la duda de cuántos grados de libertad tendrá para poder implementarla es muy grande; por ahora más de lo mismo. En contraposición, en materia fiscal se ven ciertos avances hacia un reordenamiento del gasto público, aunque incluyendo el déficit cuasi fiscal el panorama sigue siendo muy desalentador”, definió CMF.