Desde el Frente de Todos consideran que el operativo de seguridad que montó el gobierno de la Ciudad en el marco de la movilización a la casa de Cristina Fernández de Kirchner tuvo la finalidad de «provocar a los dirigentes para decir que los desmanes se habían ocasionado por una supuesta violencia e irresponsabilidad de ellos y con eso tener una razón para reprimir y armar una cacería». Por ese motivo, dicen, «iban directamente a buscar a los que no tenían fueros».
La policía marcó a la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez; a Andrés «Cuervo» Larroque, ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, y hasta el propio gobernador, Axel Kicillof. También agredieron al diputado Máximo Kirchner, momentos antes de que las autoridades de Nación y Ciudad se reúnan para ver cómo desactivar el conflicto. Hubo repudios de todo el oficialismo y el bloque de Legisladores porteños del FdT, exigió la renuncia del ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, y adelantó que el lunes va a presentar un proyecto para que Larreta vaya a la legislatura «a dar explicaciones».
El sábado detuvieron al diputado Matías Molle, al exdiputado Facundo Tinganelli, y también del dirigente peronista, Fabián Rodríguez, e intentaron apresar a muchos más. Una de ellas fue Cristina Álvarez Rodríguez. En diálogo con este diario, ella contó que vio cómo apresaban a Tinganelli y a Rodríguez en un garage y fue a defenderlos. Cuando empezó a discutir con la policía para que los liberen, se dio cuenta de que otro cordón de oficiales cerraba la calle en la que estaban y empezaron a tirar gas pimienta. «Se me gaseó la cara, me decían que salga y nosotras éramos cinco compañeras que nos quedamos ahí porque no queríamos que lastimaran a los que tenían detenidos». En ese momento, cuenta, llegaron los diputados Natalia Zaracho y Federico Fagioli y le pidieron que se vaya porque ellos tenían fueros. «Yo salí corriendo para la otra esquina y no me detuvieron, pero estaba muy violento. La policía cercó todo y nos dejó en el medio con los gases lacrimógenos, fue una cosa muy fea», finalizó.
Crónica de una agresión
La vocera presidencial, Gabriela Cerruti denunció bien temprano este domingo que «la policía de Horacio Rodríguez Larreta identificó por nombre, cargo y fueros a Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Andrés Larroque. Quiso detener a Cristina Álvarez Rodríguez y detuvo a dos diputados. Llevó escombros y espías. Fue un operativo de provocación y persecución política claro y planificado«. Axel Kicillof compartió el video de Kirchner siendo golpeado y expresó que el sábado «cuando nos encontramos, Máximo me contó la agresión que sufrió de parte de la policía de Larreta. Pero la filmación supera todo lo que pude imaginar. Fue violencia mafiosa. Cumplían órdenes de Larreta, que a su vez cumple órdenes de Macri».
Momentos antes de que se reúnan en el ministerio de Seguridad de la Nación el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro; el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández y el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, con el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’ Alessandro y el ministro de gobierno, Jorge Macri, para ver cómo desactivar el conflicto, la policía porteña golpeaba e insultaba al diputado Máximo Kirchner, que quería ir a ver a su madre, que había estado todo el día sola. Cuando intentó cruzar el cordón policial, le gritaron «¿Querés pasar Máximo? la concha de tu madre. ¿Querés pasar, puto? La concha de tu madre vas a pasar». Según contaron a este diario cerca del líder de la Cámpora, mientras les pegaban, los policías les decían: “tomá, kumpa”.
En el video se lo ve a Kirchner intentando pasar el cordón policial cuando lo agarra un grupo de agentes con cascos, chalecos, escudos y bastones y le pegan mientras él se quiere escapar. En un momento él les grita: «¿qué hacés? necesito ir a ver a mi vieja». Enojado, agrega: «¿Al ladrón de Macri defendés? ¡paren che!». Mientras tanto, la policía lo sigue empujando a él y a tres de sus colaboradores, que se tapan la cara por miedo a recibir gases lacrimógenos y anteponen las manos para no recibir los golpes. Las caras son de pánico. «Dejalo pasar», les dicen tratando de que la policía entre en razón.
Desde temprano en la movilización se vieron indicios extraños. Volquetes llenos de piedras y escombros que fueron ubicados por la propia policía porteña en Santa Fe y Paraná antes de que llegue la mayoría de los manifestantes, conversaciones por handy entre policías que fueron escuchadas por militantes y periodistas en las que los oficiales decían qué funcionarios estaban y si tenían fueros o no. “Está (Andrés) Larroque. No tiene fueros ni inmunidad diplomática”, fue uno de los diálogos. Luego se conoció otro audio interno de la policía que hacía referencia al gobernador bonaerense, Axel Kicillof: «está el gobernador de la provincia. Es un manifestante más en este momento. Vamos a trabajar con el personal urbano de la manera correcta, está formada la línea y vamos a aguantar», decían.
Varios dirigentes, como la legisladora Claudia Neira y Juan Grabois de la UTEP, presentaron amparos el sábado temprano para que la policía de la Ciudad quite las vallas, pero según contaron a este diario la justicia declaró la cuestión «abstracta» porque finalmente las vallas fueron removidas.
Desde el Gobierno de la Ciudad quisieron justificar el accionar de su policía y en diálogo con Página/12 puntualizaron que «después del derribo de las vallas y mientras nuestros oficiales se estaban reagrupando, un grupo de manifestantes, entre ellos el diputado nacional, Máximo Kirchner, intentó franquear violentamente el cordón policial. Los efectivos de la Policía de la Ciudad intervinieron para evitarlo, con firmeza y sin violencia». «La responsabilidad de la seguridad, siempre, es del ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D´Alessandro», dicen y agregan que «son 20 los policías heridos».
Mientras tanto, durante el día se multiplicaron pedidos para exigirle al Jefe de Gobierno porteño identificar a los policías que intervinieron en la represión.